La Biblioteca Parlante, el lugar de acceso a las oportunidades
La Biblioteca Parlante municipal es una institución que permite que personas no videntes y otras discapacidades que les imposibiliten leer un libro, puedan acceder a la literatura y los conocimientos. Allí hay más de diez mil obras grabadas en audio, que posibilitan la inserción de estas personas en el ámbito del estudio y el trabajo.
Las personas se pueden acercar a pedir los libros que deseen grabar y los voluntarios de la biblioteca se encargarán de hacerlo. “Piden de todo tipo, de estudio y material de lectura placentera”, explicó la encargada Liliana Pérez Serú en la visita de El Marplatense al lugar.
Gracias a las grabaciones, muchas personas con capacidades diferentes han podido recibirse de kinesiólogos, abogados, trabajadores sociales, licenciados en comunicación, psicólogos y teólogos. “Uno de los fines primarios de la biblioteca es equiparar oportunidades. A diferencia de las bibliotecas convencionales que tienen una línea de desarrollo en la colección, nosotros la definimos con lo que quiere el lector”, apuntó Liliana.
El lugar funciona en la plaza Peralta Ramos desde 1983, pero fue inaugurada en 1979. “Fue algo novedoso, una de las primeras bibliotecas de audiolibro en Argentina. Es así para dar lugar a otros sectores de discapacidad, como gente con problemas motrices y no pueden tener un libro”, comentó la encargada.
“La falta de acceso es el verdadero discapacitador. Una discapacidad se puede transformar en una minusvalía si no hay una contención social, porque una bien tratada con todas las herramientas, hace que los chicos pueden tener plena independencia para trabajar”, aseguró.
Un lugar para estudiar y trabajar
El personal de la Bilioteca Parlante está conformado por once personas, de las cuales ocho son discapacitados. Se trata de siete ciegos y un discapacitado motriz.
“Dos están trabajando en la digitalización de los cassettes a CD, tres están editando. Estamos tratando de que todos sepan manejar el total de la tarea. Hay otro que trabaja etiquetando todo en braile y acompaña en las visitas guiadas de escuelas y de institutos de formación docente.”, señaló la encargada del establecimiento.
La biblioteca ofrece, además de trabajo para esas ocho personas, posibilidades de formarse como profesional. “Yo estoy muy orgullosa de haber ayudado, tenemos un montón de profesionales que se han insertado socialmente. Abogados, kinesiólogos, trabajadores sociales, psicólogos, un comunicador social y periodistas deportivos. Es una muestra de que se puede si cuentan con los recursos para hacerlo. Las tecnologías son algo maravillosos para las personas con discapacidades. Son la principal prótesis, abrieron un mundo impensado”, explicó Liliana.
Los voluntarios
Los voluntarios son una pieza fundamental para la biblioteca parlante ya que son los encargados de grabar los libros. Desde la dirección del establecimiento tratan de darle los libros que les interesen, pero al tratarse de pedidos de los mismos ciegos, aceptan leer distintos tópicos. Actualmente hay “muchos voluntarios, algunos que se mantienen y otros que se renuevan”.
“Se acercan y les designamos dos horas para que graben. Van siguiendo un solo libro, cada lector tiene un libro. Si nosotros un libro leído por varios autores sería leerlo con tipografías diferentes. Genera molestia y confusión, nosotros tratamos de que las obras las lea una sola persona”, detalló Liliana.
“Todo lo hacemos con voluntarios y nos manejamos mucho con Internet, para descargar. Pero preferimos grabar porque en la red circulan con otros acentos y resulta chocante para los oyentes”. Además, las bibliotecas para ciegos están liberadas de pagar derechos de autor, por lo que pueden acceder a contenidos de la web.
De cassette a CD
Anteriormente, las grabaciones eran analógicas y todo se almacenaba en cassettes. Sin embargo, no era del todo práctico y se ocupaba mucho espacio. Por ejemplo, “El señor de los anillos” ocupa 37 horas de grabación, lo que correspondía a 37 cassettes. Lo mismo ocurría con la saga Harry Potter o libros de estudio, como los de Teología que ocupaban hasta 100 cassettes,
Actualmente hay personas trabajando para la conversión para que sea más practico. Además, con la tecnología de los CDs, permitieron que llegaran películas narradas. “Algunas son solo audio, pero las mejores son las versiones que tienen ambas, para que los ciegos puedan compartir la experiencia”, explicó Liliana.
Próximamente, la idea es tener un espacio en la “nube” donde alojar los textos y que su acceso sea incluso más sencillo.
El establecimiento
Emplazada en el centro de la Plaza Peralta Ramos, la Biblioteca Parlante cuenta con muebles repletos de CDs con grabaciones de todo tipo. Novelas románticas, infantiles, de ciencia ficción, autores marplatenses, obras de teatro… La recepción es un espacio amplio, desde el cual se observan las computadoras, diversos salones y el estudio de grabación.
En un salón aparte están guardadas todas las grabaciones analógicas en cajas y cada una contiene los cassettes que se hayan necesitado para la pieza literaria. Las cajas fueron realizadas en el Penal Nº 44 de Batán y están ordenadas por partes temáticas al igual que una biblioteca convencional. Las etiquetas están escritas en español y en braille.
Además, hay un salón que cuenta con varios elementos que son usados diariamente por las personas no videntes. Entre ellos se destaca un cuerpo humano, el cual fue donado, para que los ciegos puedan aprender y reconocer cada órgano, y un mapa de Argentina con relieve para diferenciar cada una de las provincias.
Al final del pasillo se encuentra el estudio de grabación. Una pequeña sala equipada como un estudio de radio en el que los voluntarios realizan las grabaciones.
La Biblioteca Parlante es un símbolo de igualdad en nuestra ciudad. Gracias al avance tecnológico, la comunidad de personas ciegas y disminuidas visuales tiene la posibilidad de acceder a la información de una manera más simple y directa.