“El público recuerda cómo se volvían locos por sus profesores”
La obra teatral de Mariano Moro “De hombre a hombre" recorrió un largo camino desde su estreno el 4 de enero de 2008, en la Sala La Bancaria de Mar del Plata, protagonizada por Mariano Mazzei y Emiliano Dionisi. Posteriormente, tuvo su versión, dirigida por Merceditas Elordi, con Oscar Giménez y Ulises Pafundi. Y hasta llegó a “cruzar charco”, con una puesta española de la Compañía de Teatro Insularia de Tenerife (Canarias), que este viernes y sábado se presentará en la sala Payró del Teatro Auditorium, a las 21.30, con dirección de Lioba Herrera y las actuaciones de César Yanes y Leandro González.
La pieza sitúa al espectador en una clase donde un profesor enseña literatura a sus alumnos. El particular magisterio de Juan Manuel atrapa la atención de uno de ellos: Andrés, un muchacho de dieciséis años que interroga y reta a su maestro. Los días de clases precipitan temas y discusiones acaloradas, conversaciones íntimas y excursiones que los llevan a acercarse.
La obra ganó la primera edición del Certamen de Teatro Visible (España) para textos teatrales con temática de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales, organizado por la Sociedad General de Autores y la Fundación SGAE (España).
Para su director, la pieza escrita por el marplatense Mariano Moro, cubre en primer lugar una necesidad social con respecto al público LGBTI que no encuentra en las carteleras escénicas realidades con las que se sienta identificado y en segundo lugar, se trata de una dramaturgia que ayuda a normalizar una realidad que se muestra sin tópicos ni polémicas gratuitas.
“Vi la obra en Madrid, durante un encuentro de teatro lgtb. Me encontré con un libro brillante, interpretado por dos actores maravillosos. Y siempre tuve esa obsesión por descubrir ese texto, y supe que estaba impreso, porque gano el premio internacional de Teatro Visible”, comenta a El Marplatense el actor César Yanes. “Quise conocer al autor para una lectura dramatizada que hacíamos en Tenerife. Funcionó muy bien y era la garantía de que podíamos hacer un montaje. Lo que no sabíamos era que la obra nos iba a dar tantas felicidades a lo largo de los años, con festivales internacionales en donde hemos ganado premios del jurado y del público”, agrega.
-¿Cómo te fuiste conectando con esta historia que plantea?
La historia visibiliza una realidad que pocas veces en el teatro se da, que es el de las personas lgtb. Además, alejada de los tópicos, los clichés, porque el profesor que interpreto no es excesivamente abierto ni conciente. Sino todo lo contrario, es una persona muy reservada. No asume en principio su sexualidad, y ni siquiera se lo había cuestionado. De pronto descubre a un muchacho de 16 años en la clase en donde imparte literatura española. Descubre a un ser extraordinario que le va levantando una serie de emociones y de sentimientos y que los acaba por acercar. Si bien empieza siendo de una manera intelectual termina siendo más carnal.
Lo que ocurre en todo esto es que cuando esa relación, que en un principio es hermosa y muy íntima, sale a la sociedad, surgen los tapujos, las legalidades y parámetros jurídicos en los que se valora si se trata de un caso de estupro o una legítima historia de amor.
-¿Pudiste comprobar alguna historia de discriminación en tu lugar de origen?
Vengo de un pueblo muy chico, pero es una tierra muy abierta porque el contacto con el mar siempre ha permitido una influencia de mucha s culturas. De alguna manera, las diferencias han sido mejor aceptadas que en otros lugares.
-¿Cómo te conectaste con el personaje?
Mi personaje es una golosina. Interesantísimo de interpretar. Porque entra en un conflicto, no solamente por lo homosexual, sino por lo que supone el poder sobre un alumno, y tener que asumirse. Creo que la obra es una lección de hasta qué punto no querer asumirnos a nosotros mismos nos lleva a perdernos emociones, situaciones y experiencias de la vida.
“La gran mayoría los estudiantes se ha sentido atraída por un profesor”
Leandro González personifica al joven alumno de 16 años que se enamora de su profesor de Literatura.
-¿En tu caso, cómo fue tu conexión con el personaje?
Trabajamos todo lo real posible para intentar recordar todas esas sensaciones del periodo adolescente, de las contradicciones que tiene. Y al ser lgtb tiene que afrontar muchas más dificultades que cualquier otro adolescente. Diferentes situaciones en el colegio, en la sociedad, dentro de casa, en la familia. Y a pesar de que en muchos entornos sigue existiendo apertura de mente, concesión de derechos y libertades, hay circunstancias en la que los adolescentes siguen sufriendo muchas cosas. De hecho, el índice de suicidios sigue siendo muy alto. También en algunos lugares la homosexualidad está penada por la ley.
La gran mayoría los estudiantes se ha sentido atraída por un profesor y un poco eso es lo que queremos hacer sentir al público. Es curioso porque nos han comentado que se han visto otra vez en un aula, recordando cómo se volvían locos por sus profesores.
El texto es una maravilla. Plantea muchas cosas. Los debates que se dan entre ambos que son muy intensos y dinámicos. Mantienen al espectador con tensión. Se plantea la religión, la moral, la política y la sexualidad. Todo en un tono muy elegante.
Es interesante traer esta obra a Mar del Plata, ya que el autor del montaje es de aquí. Esta versión se hace desde una perspectiva más europea.