Para los fiscales del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil el consumo de drogas aumentó en el último tiempo y, en parte, ese fenómeno se produjo debido a la falta de abordaje del Estado municipal, provincial y nacional. Los casos se reiteran semana a semana, aseguran.
Un ejemplo de ello ocurrió el viernes, cuando un menor de 16 años fue entregado por su madre, en el marco de una causa por una violenta entradera. El chico fue hasta la fiscalía reconociendo el hecho y su adicción a los estupefacientes, pidiendo ser tratado. “Una actitud poca vista, la mayoría no lo reconoce,” señalan las autoridades, quienes aclaran que su tratamiento había sido solicitado anteriormente.
“Es un chico que tiene graves problemas de adicción. Se le dio intervención a la Secretaría de Niñez y Adolescencia y al Servicio Zonal para que trabajaran en todo ese aspecto. Pero, como siempre, el poder Ejecutivo ha fracasado y ahora, ya con 16 años, ante un hecho de esta característica, obviamente se pide la detención y la prisión preventiva”, explicó a El Marplatense el fiscal de esa especialidad, Marcelo Yanez Urrutia.
“Fue entregado por la propia madre y el joven también decidió entregarse. Él mismo pidió que lo internen en algún lugar donde puedan combatir su problema de adicción”, comentó el investigador, quien aseguró: “La 90% de los chicos que cometen delitos, tiene un contacto con la droga”.
“Es el flagelo y el problema por el que tienen conflicto con la ley penal. Muchas veces lo hacen para comprar droga o muchas veces lo hacen para desinhibirse, cometer esos hechos y ayudar a sus padres. La mayoría tiene problemas de adicción, con menor o mayor graduación. Todos tienen vinculación con la droga. Hablamos de jóvenes desde los 12 hasta los 17 años”, destacó.
“Lamentablemente, fueron muy pocos los chicos que han podido salir de este flagelo y no han cometido nuevos delitos”, subrayó Yanez Urrutia, quien añadió: “Muchos han reiterado su conducta en el fuero de adultos y se encuentran privados de su libertad, con alguna condena, ya siendo mayores de edad”.
“Obviamente que la marihuana y la cocaína es lo que más se consume, y ya se ha instalado también el paco. Es una situación compleja, pero nosotros lo que tenemos son menores con el derecho a la salud vulnerado. Es raro que un menor trafique o comercialice”, aclaró
“Son pocos los menores que reconocen su adicción. A nosotros nos surgen de los informes que se hacen desde el equipo técnico, con el psicólogo o con el psiquiatra. Nosotros le damos intervención de forma inmediata si llega a estar detenido. El instituto de menores tiene que trabajar con un psiquiatra, un psicólogo y con el Cepeden o el Centro de Referencia, a fines de que los trabajadores del área de la salud puedan combatir este flagelo que sufren los chicos”, detalló Yanez Urrutia.
“Si vos me preguntás si ha tenido éxito la resocialización desde el fuero de menores, yo te diría que muy poco, tal vez el 20 o el 30%, y con jóvenes que no han estado tan comprometido con las adicciones”, resaltó el fiscal, quien señaló que “este año se está trabajando de otra manera, distinta. Se están fomentando más talleres con posibilidad de salidas laborales y con una mayor contención”. “Eso es un aliciente para los operadores del foro de menores. Esperemos que esto siga así. Ha costado que el instituto reformule su forma de trabajar”, se esperanzó.
Para el magistrado, “todo depende del poder Ejecutivo”. “Ahí es donde están los programas y donde tienen la responsabilidad de trabajar con cualquier joven, cometa un delito o no lo cometa”, argumentó. Acto seguido, continuó: “También tenemos muchos jóvenes en situación de calle, por ejemplo en calle Güemes, que están con Poxiran, con un estado de intoxicación, y no se ve a minoridad bajando y tratando de ayudar a esos jóvenes”.
“Está la secretaría de Niñez y Adolescencia, que depende de la Municipalidad, y está el Servicio Zonal, que depende de la provincia. Son dos órganos que son los que tienen que trabajar con cualquier joven, esté o no esté en conflicto con la ley penal. Y principalmente cuando tienen problemas de adicciones, porque tienen un derecho vulnerado, que es la salud, que es lo que hay que restablecer a los fines de que los jóvenes no cometan delito y puedan insertarse a la sociedad como corresponde”, apuntó y cuestionó: “Para mí es un fracaso, no se está haciendo correctamente”.
Consultado sobre los motivos de esta problemática en la asistencia, respondió: “Esto depende también de la cantidad del personal, de la calidad del personal, porque muchas veces no están capacitados. También depende de su responsabilidad. Muchas veces no los veo responsables, hacen simplemente su trabajo como un trabajo de oficina, sin estar realmente involucrados con el Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil y con lo que tienen que ver con los jóvenes que tienen los derechos vulnerados”.