Un crucero, gente optimista y otra sin memoria
Por Roberto Garrone
Los 144 metros de eslora del “MS Hamburg” amarrados, el viernes por la mañana, en la sección octava del muelle de ultramar, devolvieron a la agenda mediática una relacipon tortuosa como la de Mar del Plata y los cruceros de lujo.
Los alemanes que se animaron a subir a los micros bajo un cielo amenazante de nubes negras no esperaban a la Guardia del Mar como embajadora de recepciones, pero sin dudas se sorprendieron con la mugre acumulada aledaña a los galpones de Marajó, y barcos pesqueros inactivos como los 80 metros del Harengus, debajo de la galería de los silos.
El crucero amarró en una zona operativa, una de las pocas que luce el puerto local, atiborrado de chatarra flotante. Unas horas antes esa zona la había ocupado el portacontenedor “Arsos” y cuando se fue, después del mediodía, barcos poteros que llegan a descargar la primera marea de la temporada de calamar.
Desde el Consorcio Merlini destacó la eficiencia de la obra de dragado que su adminitración, ya en retirada, hizo con fondos propios en el 2017, para mantener lo hecho por los equipos chinos en 2014, y el repaso en el 2018 por 3,6 millones de dólares.
Pero tampoco estamos para tirar manteca al techo y hay un hecho que lo confirma con periodicidad. El feeder de Maersk llega a Mar del Plata como primer puerto cuando debería ser el último que lo hilvane con Montevideo.
Los contenedores que siuben en cada escala van a pasear a Puerto Deseado y regresan a Montevideo cuando debería ser a la inversa. No puede aplicar esa opción porque llegar a Mar del Plata ya cargados desde la patagonia haría de la maniobra de ingreso un procedimiento riesgoso.
La Terminal de Cruceros finalizada hace casi una década atrás en la Escollera Norte, y en la que se inviertieron más de 7 millones de dólares, sigue invicta de cruceros. Y no es que no llegan ahi porque ahora funciona una oficina de la Policía Federal. Es al revés: se le dio otro uso al edificio ante la imposibilidad que alguna vez llegue un crucero.
Los que fomentaron la política de cruceros, Scioli, Manino Iriart y Gustavo Pulti, nunca tuvieron como prioridad dragar el muelle de la Escollera Norte. Tampoco hacerlo con materiales de calidad. La estructura esta detonada con los golpes del casco de la draga Mendoza. Si algún día piensan dragar esa zona, también habrá que reparar el muelle.
Pero en el 2014 ni siquiera dragaron el área de giro y el muelle de la sección octava, Pero en estos días hubo que escuchar a Horacio Tettamanti, subsecretario de Vías Navegables en aquellos días, el área que elaboró los pliegos del dragado 2014 y pagó parte de la obra, decir que el puerto necesita recuperar un rol estratégico.
Podría haber hecho algo en sus tiempos de funcionario, al menos como para que los barcos que superaban el canal de acceso pudieran amarrar en el muelle. Hubo que llamar de apuro a una draga y contratarla de manera directa para que el buque de MSC que había reanudado el servicio después de 33 meses por falta de calado, no se mande a mudar.
Gente sin memoria pero con ganas de volver.. Recordemos que Tettamanti puso a su empleado Pablo Ciceri como representante de la Municipalidad en el Directorio, donde ya lo tiene a Miguel Sánchez, en representación de su cámara sectorial, ABIN, e intenta alzarse con el premio mayor: la Presidencia del Consorcio tirando a la cancha a Eduardo Meyer, de la lancha Anamora y otro miembro del Directorio, para que compita con Gabriel Felizia, el ex empleado de Chucho Paez y Secretario del Bloque en el HCD, apadrinado por Fernanda Raverta.
Ya ocupado el casillero en el Consorcio de Bahía Blanca, donde Axel designó a Federico Susbieles, un eximio basquetbolista que fue candidato a intendente por el Frente de Todos, a Merlini le queda menos tiempo como Presidente, a la espera de su reemplazo. Acá muchos se aliviaron con que Nico Lauría ya haya asumido como concejal.