La semana llegó a su fin para el marplatense Francisco Comesaña pero con un sabor agridulce. SI bien alcanzó las semifinales del Challenger de Mauthausen, Austria donde era el máximo favorito, debió abandonar en semifinales por una lesión.

Después de un gran trabajo sin ceder sets en todas las fases previas del certamen, se enfrentó esta mañana con el experimentado francés Lucas Pouille con quien tuvo un parejo y desgastante primer set. No lo comenzó bien pero pudo rehacerse y emparejar las acciones.

Fueron palo a palo hasta cerrar la primera manga en el tie break con triunfo para el francés por 7-6 (5) con dos quiebres de saque por lado.

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Ya para el segundo set es cuando comenzaron los problemas con más frecuencia. A pesar de un inicio parejo, se había puesto 2-1 el francés cuando pidió asistencia Comesaña para que trabajen en su gemelo izquierdo. A pesar de los masajes que le hicieron para aflojar la zona, decidió volver a la cancha para probar.

Estuvo en partido como pudo en ese game, pero lo perdió. Cuando estaba 1-3 abajo entonces, se tomó unos segundos y finalmente decidió abandonar la cancha sabiendo que no aguantaría mucho más con esa dolencia.

Se cierra otra semana muy positiva para el marplatense a pesar del mal sabor de dejar la cancha con una dolencia física, pero como dato importante el próximo lunes volverá a tener su mejor ranking histórico ubicándose en el puesto 86 del mundo.