Especialistas en Cosmetología definen a las máscaras como mezclas plásticas elaboradas para ser aplicadas en distintas partes del cuerpo, especialmente en el rostro, como una capa gruesa y uniforme, con un tiempo de aplicación y de secado determinado, y efectos según su composición.

Una máscara debe tener una consistencia apropiada para una buena aplicación, ser suficientemente adherente a la piel y poder ser removida con facilidad.

Tipos de máscaras

Hidratantes: ayudan a que la piel retenga su propia humedad, formándose una barrera momentánea que la separa del medio ambiente.
Higienizantes: al absorber las células muertas y suciedad de la superficie, con el retiro de la máscara se puede producir un vaciamiento del canal folicular, especialmente en pieles más grasas al captar la abundancia de la secreción sebácea.
Aclarantes: especialmente las que contienen arcillas y caolín al absorber parte de la melanina incrustada en las células de la capa córnea.

Tenemos distintos tipos de máscaras que se utilizan de acuerdo al tipo de piel y lo que querramos tratar: sequedad, arrugas, líneas de expresión, manchas, etc. La función dependerá según lo que querramos erradicar.

La doctora Adriana Raimondi, especialista en Dermatología agrega que “existen máscaras limpiadoras excelentes para cerrar los poros dilatados; exfoliantes que ayudan a eliminar las células muertas de la piel y nutritivas que aportan luminosidad y favorecen la retención de agua”.

“También podemos encontrar máscaras tensoras que dan a la piel un aspecto descansado y descongestivas. Estas últimas tienen activos que calman la piel y son ideales para aplicar después de un peeling” agrega la doctora.

¿Qué consistencia tienen?

En polvo: para formarse se debe agregar un líquido en cantidades apropiadas y estandarizadas, para formar una consistencia de pasta. Se aplica con una espátula y se deja actuar unos veinte minutos.
Sólidas: están formadas por tipos de hidrocarburos y pueden contener extractos vegetales de azulenos descongestivos, sedantes, etc.
Pastosas: son las que vienen listas para usar. Pueden incluir extractos anticelulíticos como hiedra, castaño de indias, flavonoides, etc.
Gel: formuladas a partir de sustancias gelificantes como gelatina, goma arábica o tragacanto, albúmina de huevo o coloides polímeros acrílicos o polvinílicos, que pueden ser transparentes o semitransparentes. Vienen listas para usarse, envasadas en pote o pomo plástico.
Máscaras velo o parches: son películas de celulosa purificada que están embebidas e impregnadas de una solución de colágeno u otros activos según el efecto deseado.

3 máscaras naturales para la piel seca

La doctora Raimondi recomienda realizar estas tres opciones:

Máscara de chocolate: se mezcla chocolate con aceite de oliva, bananas maduras y miel. Se adiciona leche como vehículo.
De miel y almendras: se mezclan las almendras trituradas con la miel y algunas gotas de agua de rosas.
De huevo y oliva: se combina yema de huevo, miel y una cucharada de aceite de oliva.

máscaras caseras