Por Javier Novoa

Poco se ha modificado para algunos el día a día luego de la implementación del aislamiento social, preventivo y obligatorio. Tal es el caso de médicos, barrenderos, recolectores de residuos, almaceneros y también por supuesto, periodistas y personal de medios de comunicación.

Todos nos levantamos a la misma hora de siempre, salimos a la calle a la misma hora y recorremos en nuestro caso la ciudad en busca de noticias para informar a toda la población. Sobre todo teniendo en cuenta que la mayoría está dentro de su casa y no sabe que sucede en el exterior.

Lo que si se modificó es el entorno. Ya no cuesta estacionar, ya no hay miles de personas caminando por San Martín y Rivadavia y tampoco se nota el centro neurálgico que genera la Municipalidad. Mar del Plata, al igual que el resto del país perdió su vida. Su gente tomando café en una esquina, su gente paseando y efectuando compras y su gente compartiendo actividades con sus queridos.

Si bien entiendo que es difícil quedarse tanto días en casa sin poder salir, sin poder ver el mar, sin cruzar por una plaza de la ciudad, también es muy difícil estar afuera. Día a día buscamos nuevos métodos de prevención para evitar un posible contagio. Lo que antes era salir a trabajar con el celular ahora se transformó en celular, barbijos, guantes descartables, papel film, alcohol en gel, máscaras faciales de plástico y palo de selfie para hacer la nota desde una distancia prudencial.

Obviamente no termina ahí. Es llegar a casa, cambiarse en un pasillo toda la ropa que usaste en la calle, llenarse de alcohol en gel, entrar directo a la ducha y recién ahí poder saludar a tu familia. Todavía con el miedo de que algún paso no haya funcionado y tengas encima el virus.

Son épocas difíciles y duras para todos los sectores de la sociedad. El día a día se hace pesado y se replican los testimonios que terminan en lágrimas. Enfermeras que arriesgan su vida minuto a minuto, solidarios que desde sus casas fabrican barbijos, máscaras y camisolines, policías que a pesar de tener una gran cantidad de trabajo se hacen espacios para juntar alimentos, bomberos que siguen acudiendo ante el primer llamado, cafeterías que regalan café a policías y personal de salud y otros tantos casos más.

Esta pandemia dejó a la vista lo mejor y lo peor de cada persona. Lo peor lamentablemente lo vemos día a día, con el claro ejemplo de un joven que quiso robar el compresor de la carpa sanitaria del CEMA. Lo mejor, lo detallé anteriormente, una gran cantidad de marplatenses que sigue poniendo el pecho a la situación y el hombro al prójimo. Trabajando, colaborando y buscando como lograr el bien común por sobre el propio.

Por lo pronto en lo que a nosotros respecta, seguiremos en las calles para llevarte toda la información a tu casa. Recorriendo cada rincón de Mar del Plata, brindando cada información de servicio e intentando que cada uno dentro sus hogares sepa lo que sucede.

En la calle como movilero de El Marplatense y Radio Mitre Mar del Plata no estoy solo, me acompaña mi familia, mis compañeros de trabajo y todos ustedes leyendo cada nota o escuchando cada informativo que realizamos. Nosotros salimos para informarte, vos quedate en tu casa.

Foto: Romina Elvira.

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