Piden al Papa suspender el sínodo de obispos “porque no son creíbles”
Uno de los principales conjurados contra el Papa en la iglesia norteamericana, usina de la ofensiva de los tradicionalistas contra Francisco que apunta a forzar su dimisión, el arzobispo de Filadelfia Charles Chaput, anunció que había pedido a Jorge Bergoglio que anulara el Sínodo Mundial de Obispos, en avanzada preparación, dedicado a la juventud, que tendrá lugar en Roma entre el 3 y el 28 de octubre. La maniobra de Chaput agravó así la ofensiva cada vez más sin cuartel contra el Papa argentino por parte de la conspiración ultraconservadora que apunta a derribar cuanto antes del pontificado a Jorge Bergoglio.
Monseñor Chaput fue uno de los primeros obispos estadounidenses que declararon su solidaridad al arzobispo italiano Carlo María Viganó, ex embajador del pontífice en Estados Unidos, que el domingo pasado lanzó una bomba en la misa campal de Francisco en Dublin, la capital de Irlanda, con un documento en el que acusa al Papa argentino de mentir en asuntos vinculados con los abusos sexuales y le pide la renuncia.
“Escribí al Santo Padre y lo invité a cancelar el inminente Sínodo sobre los jóvenes. En este momento los obispos no tendrían ninguna credibilidad para afrontar este argumento”, dijo el arzobispo de Filadelfia Charles Chaput.
Es evidente la relación que tiene esta actitud de monseñor Chaput con el estallido del gran escándalo por los abusos de más de mil menores por parte de 300 curas abusadores sexuales que estalló en el estado de Pennsylvania. Habría que preguntarse si, pese a la gravedad del caso, su magnitud es suficiente para obligar a cancelar un Sínodo Mundial de Obispos, en un gesto autorreferencial que pone a la Iglesia de EE.UU. por encima del catolicismo mundial.
El arzobispo de Filadelfia es uno de los delegados al Sínodo de la Juventud elegidos por los obispos de Estados Unidos. En su carta a Francisco, Chaput le pide reemplazar el Sínodo Mundial de la Juventud por otro dedicado a la vida sacerdotal y a la responsabilidad de los obispos.
En el Sínodo Mundial, el acontecimiento más importante en la Iglesia por debajo de la convocatoria a un Concilio, la convocatoria del Papa llama a discutir durante casi todo el mes de octubre de fe y discernimiento vocacional con referencia a las nuevas generaciones. Decenas de miles de jóvenes ya han llegado a Roma en las primeras movilizaciones y se han reunido con el Papa Bergoglio.
Chaput sostiene que mejor que una confrontación sobre los jóvenes es una cumbre sinodal “sobre la vida de los obispos y su responsabilidad”.
Los escándalos de abusos sexuales más recientes e importantes, como los de Chile y el estado de Pennsylvania, reiteraron la responsabilidad de los obispos y otros superiores de los curas abusadores de crear una telaraña de protección para favorecer a los criminales, dejando en abandono la situación de las víctimas, detalló Clarín.