Votar en medio de la inactividad
Cristina Ledesma llegó a la Comisión Directiva del Sindicato Obrero de la Industria del Pescado (SOIP) con la Lista Celeste que llevó en el 2006 a Samuel Salas a la Secretaría General y al poder del gremio a los hermanos Verón, Luis y Mamerto.
Para las siguientes elecciones, en el 2010, Ledesma hacía un rato largo que se había ido del gremio por diferencias irreconciliables con la conducción. Encabezó la Lista Negra y Blanca y ganó en un final bochornoso que se definió en la Dirección Nacional de Asociaciones Sindicales del Ministerio de Trabajo.
Era la primera mujer en conducir un gremio de hombres. No había cumplido el primer año de gestión cuándo encabezó un paro general en la actividad que se prolongó durante casi un mes. Una tarde de esos fragosos días atendió el celular y era la otra Cristina. La Presidente de la Nación buscaba información de primera mano. Los bloqueos al puerto se levantaron luego que la patronal firmó una actualización del 35%.
Como Cristina de la de Salas, Leonardo Ramírez fue parte de la Comisión Directiva de Ledesma hasta abril del año pasado, cuando se apartó por diferencias con la manera en que se conducía el sindicato.
Hoy encabeza la Lista “Unidad Portuaria Nº 32 Rojo” y detrás de su figura hizo fila el resto de la oposición para intentar quedarse con el gremio y vencer a la actual Secretaria General que va en busca de su tercer mandato.
“En el corto plazo necesitamos de la unión de todos los trabajadores para que se terminen los cierres de plantas, los empresarios que desaparecen y los despidos de compañeros., Volver a reactivar la industria con más trabajo”, dice Ramírez en las rondas de visitas a las fábricas.
“En el mediano plazo hay que unificar los convenios. El PyMES es una porquería; hoy no sirve ninguno porque la garantía horaria y el salario mínimo vital y móvil no alcanza para vivir, pero una vez que vuelva el trabajo hay que hacer uno solo”, agrega el candidato.
El 20 de septiembre los trabajadores del pescado tendrán la posibilidad de elegir a sus representantes. Los efectivos bajo convenio colectivo, que no son todos, porque hay muchos todavía en cooperativas y otros grados de precarización laboral que no votan.
El contexto de inactividad y crisis laboral que afecta a la industria del fresco por factores que hemos expuesto en anteriores columnas, queda de manifiesto en la reducción del padrón en relación a las elecciones del 2014.
La Junta Electoral que fiscaliza las elecciones habilitó a 2646 trabajadores. La lista incluye a los activos, jubilados y desocupados de los últimos 6 meses. Podrán votar entre las 8 y las 16, en 64 fábricas y en la sede sindical.
En septiembre del 2014, cuando Ledesma fue reelecta, quedaron habilitados para votar 3324 trabajadores aunque emitieron su voto 2412 trabajadores, el 66% del padrón.
El padrón se redujo con los desempleados de Marea Exportaciones, Tres Marías, el saladero de Centauro, Frigorífico Poletti, Costa Brava, la harinera Moliendas. El achique de personal en Chiarco, las PyMES de Valastro y un goteo sistemático con arreglos individuales de trabajadores que no se reemplazaron.
La industria del procesamiento de pescado fresco debe ser uno de los sectores que más despidos tuvo en los últimos años en Mar del Plata. Sin embargo Ledesma y el cuerpo de Delegados prefieren no visibilizar la crisis. En el último paro de la CGT el SOIP no se adhirió.
“Cuando movilizas a la gente hay que tener en claro cuál es el objetivo y saber cómo puede terminar”, dice la Secretaria General, que por estos días sigue negociando un subsidio con las autoridades que ayuden a paliar la precaria situación que viven los trabajadores.
El 20 a la tarde sabremos si se repitió la historia, esa de que “no hay peor astilla que la del mismo palo”, o si Ledesma sumará otros 4 años representando a los trabajadores del pescado. A los pocos que quedan.
Aclaración: los conceptos vertidos de quienes opinan son absoluta responsabilidad del firmante.