Crisis en Mar del Plata: ya son cerca de 90 los comercios que cerraron en Güemes
Por Marcelo Marcel
La Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Nacional de Mar del Plata elaboró un informe detallado sobre el impacto de las medidas de Aislamiento Social Preventivo en el sector productivo del Partido de General Pueyrredon.
El estudio incluyó a la industria, el turismo, el comercio, los sindicatos y las cooperativas, notándose inconvenientes graves y similares en todos los rubros.
Según lo recavado en este trabajo, las preocupaciones comunes a todos los sectores está relacionada con la falta de ventas e ingresos, con su consecuente corte en la cadena de pagos.
A raíz de todo ello, es que se puede observar claramente cómo ha pegado de lleno la crisis generada por la pandemia del coronavirus en los comercios.
La calle Güemes (y las que la cruzan formando un circuito de comercios ) es una de las que más lo ha sufrido. De acuerdo a un relevamiento, son ya casi 90 los comercios que no pudieron reabrir sus puertas a partir de la decisión del gobierno.
Lencerías, mueblerías, venta de comidas, vinotecas, indumentarias de bebés, un local que vendía cuadros sobre calle Olavarría, emprendimientos familiares o pymes, grandes o chicos, a cada uno le tocó caer en la desgracia de tener su negocio sin abrir y no pudieron aguantar la crisis. Lo pagaron caro. Cuando la ayuda del estado llegaba, no tenían otro camino.
El sector enfrentó importantes inconvenientes para el pago de salarios, impuestos, servicios y alquileres. Sobre todo ésto último: "en Güemes un alquiler de un comercio de dimensiones "normales", a la calle, tiene un costo de entre $80 a $100 mil mensuales", señaló un marplatense que tuvo que cerrar su negocio sobre calle Olavarría.
El comercio fue una de las actividades más afectadas ante la aplicación del ASPO: la mayoría de los locales se encuentraban cerrados y aquellos que continuaron funcionando por ser actividades excluidas, desde hace pocas semanas, vieron fuertemente disminuidas sus ventas por la poca circulación de personas en la vía pública. El Take Away, de momento, no funcionó como esperaban los dueños de cafetería o comidas para llevar.
En las últimas horas, la cadena de hamburguesas Mc Donalds cerró sus puertas de su comercio de Guemes 2853. Esa es una de las 7 franquicias que tiene en Mar del Plata. El alto costo de alquiler e impuestos provocó un replanteo en la lógica laboral y el personal -así confirmaron- fue reubicado en las otras bocas de venta.
Con Freddo sucedió lo mismo. La cadena creada en 1969 que tenía una de sus 80 sucursales en Argentina en la esquina de Guemes y Rawson, también cerró sus puertas en los últimos días. Tuvo más de una complicación ante las crisis del país y en 2018 había cerrado su fábrica en Balvanera. Aún se desconoce qué sucederá con el personal de la sucursal Güemes.
La UCIP elaboró un estudio en el que surgió el dato porcentual estimado de que en comparación entre marzo del 2020 con el del 2019 la facturación mensual en los comercios de Mar del Plata presentaba una caída del 51,55%. Además señala que los encuestados manifestaron en promedio que si se prolonga el tiempo de cuarentena su empresa podría sobrevivir como máximo 1 mes y medio sin abrir.
María Liberatti es una de las referentes de la arteria comercial. Su comercio está próximo a cumplir 50 años. Días atrás, cuando estaban en plena lucha para poder reabrir sus negocios, trazó una cruda realidad: "La problemática es la misma para los 12 centros comerciales de la ciudad y diferentes rubros. Indumentaria es al que pertenezco y es el más golpeado. En Güemes hay más de 500 comercios, de los cuales 80 cerraron definitivamente sus puertas desde el 20 de marzo", advertía. En una semana, se sumaron 7 más y del último mes ya son 23.
Aquella frase retumbó fuerte: "Cada local que cierra son más de tres puestos de trabajo que se pierden, en una ciudad donde está a la cabeza del desempleo. Claramente la cuarentena provocó un desastre y puede seguir peor". Hay una marcada tendencia sobre las Franquicias que ven compleja la situación de mantener sus comercios abiertos por los altos costos.
Desde la reapertura, aprobada por el gobierno nacional y pese a levantar las persianas desde el martes 26 de mayo las ventas no son lo que esperaban. El horario de trabajo es de 11 a 17 de lunes a viernes y los sábados de 11 a 15. "No alcanza pero algo es algo. Creo que nuestra lucha fue fuerte y pudimos ganarla, aunque haya sido una batalla y no la guerra", sostienen los comerciantes.