A 25 años de la nevada histórica en Mar del Plata
Por Bruno Perrone
El 1º de agosto de 1991 se produjo la nevada más intensa registrada en la historia de la ciudad, superando a las de 1964, 1972 y 1975. Durante aquella jornada, se registraron en promedio 8,5 centímetros, aunque en algunos sectores de la ciudad llegó hasta los 20. A 25 años de este hecho, ElMarplatense lo recuerda con un informe especial.
La historia comenzó a escribirse durante la tarde del 31 de julio, cuando alrededor de las 18 cayeron los primeros copos de nieve. Esto fue en aumento y, cerca de la medianoche, la ciudad comenzó a blanquearse. Desde las 0,20 y hasta las 9 la nevada fue copiosa.
Según informaba el Servicio Meteorológico Nacional, durante la madrugada, la sensación térmica alcanzó los veinte grados bajo cero. La mínina se registró a las 0,15 con -1º5 y la máxima fue la mínima del siglo, cuando a las 17 trepó a 3º7.
Fue un día que quienes lo vivieron lo recuerdan según su experiencia. Muchos no fueron a trabajar o a estudiar para disfrutarlo, sabiendo que sería un fenómeno que no se extendería demasiado. Es por ello que en aquella oportunidad, fue declarado en la ciudad un “feriado popular”. La mayor parte de los establecimientos educativos decidieron no dictar clases por la conjunta voluntad de alumnos y docentes.
Hoy, las cámaras digitales y las fotografías tomadas con los celulares hubieran posibilitado que existieran miles de registros y se hubieran compartido de inmediato. En aquella ocasión, esto no existía, por lo que quienes poseían cámaras de fotos debieron esperar unos días para ver sus instantáneas. Es más, algunos ni pudieron hacerlo, ya que se agotaron los rollos de fotos en los negocios especializados.
Otro detalle y extraño record fue que unas 20 personas terminaron enyesadas por jugar con la nieve. Y es que era algo muy poco habitual para muchos marplatenses que, además de armar muñecos o improvisar batallas con los copos, se animaron a esquiar o hacer snowboard con los elementos que podían…
Y tampoco la ciudad estaba preparada técnicamente, ya que aquella jornada se produjeron también problemas en las comunicaciones. Las antenas parabólicas de la Estación Terrena, ubicada en el kilómetro 48 de la Ruta 226 estaban cubiertas de nieve. Esto provocó pérdidas en la fidelidad.
Asimismo, el Aeropuerto Astor Piazzolla (que por entonces se denominaba “Brigadier Bartolomé de la Colina”), estuvo cerrado durante varias horas por la acumulación de nieve en la pista.
“La nieve en Mar del Plata fue algo así como un milagro”
Cada marplatense que vivió aquella jornada histórica tiene su recuerdo bien presente.
El humorista Sergio Gonal se la perdió, pero por una buena causa. “La noche anterior a ese día, fui en tren a Buenos Aires para llevar material a canales de televisión y lugares de trabajo. Había sido una noche muy fría, y cuando estaba arriba de un micro yendo hacia ATC (Av. Libertador y Tagle) escucho un comentario justo detrás mío de dos personas conversando. Una decía qué había de cierto acerca de que había nevado en Mar del Plata”, cuenta. “Y yo pensé de dónde sacó eso… Llego a Canal 7 y luego de ver un vídeo mío, el productor de ese programa -Mario Torres- me indicó que iba a salir al aire con Mauro Viale en un programa que hacía por las mañanas, o sea en ese mismo momento. Busqué un teléfono público, ya que no había celulares, y llamé a mi familia para avisar que saldría al aire. Y ahí me cuentan que había nevado en la ciudad. Osea que ese día salí al aire por primera vez en un canal de TV de Buenos Aires y no pude estar presente en Mar del Plata disfrutando de esa nieve. Pero recuerdo perfecto ese día porque fueron tres grandes acontecimientos en mi vida: salí por primera vez en TV nacional, debuté en Bs As y nevó en mi Mar del Plata amada”, finaliza.
El director Guillermo Yanícola tampoco estuvo ese día en la ciudad, pero hace dos temporadas decidió utilizar esa fecha como unión de la obra teatral “Edificios A & B”. La misma planteaba historias que se desarrollaban en varios departamentos y culminaban, en la terraza, con los protagonistas sorprendiéndose con la célebre nevada.
“En principio, la idea de la obra era que iban a ser escenas en dos edificios, escenas autónomas pero con alguna conexión. Y me interesaba que la obra sucediera en Mar del Plata. Entonces buscando un algo que pudiera unir a todas las escenas, un acontecimiento en común, surgió de pronto la nevada”, relata Yanícola. “Las historias de edificios son historias independientes, que se tocan tangencialmente y lo único que las une al final es que descubren que afuera está nevando. En todas las escenas. El programa de mano decía: ‘Esta obra trata de los dolores más profundos de estas personas y de la posibilidad de un milagro’. La nieve en Mar del Plata fue algo así como un milagro”, remarca.
“Ese día me fui de viaje a Tandil y me la perdí. Salí de la Terminal a las 6 de la mañana, osea que vi la nieve en el Barrio Terminal. Los micros iban entonces hasta Juan B. Justo, y vi todas las casas de Chauvín nevadas. Parecía Suiza. Pero luego salí a la ruta. Al llegar a Tandil, había nevado también un poco allá, pero nada comparado con Mar del Plata”, recuerda.
“Una fecha inolvidable para todos los marplatenses”
El periodista Nicolás Mondino tenía 11 años por aquella época, pero la recuerda como “una fecha inolvidable para todos los marplatenses”.
El conductor de “Hoy es mejor” (Radio Mitre), se enteró de lo que estaba pasando durante la madrugada. “Cerca de la 1:30 de la mañana, por televisión nacional decían que estaba nevando en Mar del Plata”, relata. “Lógica e inmediatamente, nos acercamos con mi hermano a una ventana y se veía cómo caían los copos de nieve, algo que era impensado e inédito para nosotros. Si bien salimos en ese momento, tuvimos que esperar hasta la mañana siguiente para poder disfrutar del espectáculo, que por suerte se mantuvo durante toda la noche y gran parte del otro día. El hecho que continuara nevando todas esas horas y que las condiciones climáticas acompañarán por un buen rato, generó la otra gran parte de aquella inolvidable jornada. La nieve se acumuló y estuvo presente casi todo el día”, agrega.
“Aquello género que muchos marplatenses tuvieran por primera vez (y en algunos casos por única vez) contacto directo con la nieve. Esto provocó un acontecimiento social distinto. Era otra postal, era otra Mar del Plata. Esa otra ciudad tenía grandes campos blancos en lugar de arena en las playas. La imagen de la nieve junto al mar, no era sólo poco habitual para nosotros, sino para todos quienes desde todo el país veían eso por televisión.
Las plazas se convertían en improvisadas pistas de falsos trineos hechos de cajas de cartón o, los mejores, de plástico. Los más chicos (y los grandes también) aprovechaban para poder jugar un poco con la nieve y deslizarse por la misma.
Los autos iban con precaución por lo resbaladizo del asfalto, pero sobre todo por la fascinación que generaba esta nueva fisonomía de la ciudad.
Evidentemente, aquel 1 de agosto de 1991, se convierten en uno de los hechos más inolvidables que ha tenido la ciudad”, remarca.
“Fue una jornada mágica para todos”
Por su parte, la periodista Gabriela Azcoitia lo recuerda como uno de sus primeros trabajos, ya que era cronista y conductora del noticiero del cable, “CCTV” por entonces. “Esa noche recuerdo que había un evento en una casa frente al mar, a donde habían invitado a poca gente. Yo me fui temprano de ese lugar, y estaba con el que en ese momento era mi novio, luego padre de mis hijos, y ahora ex marido. Había ido muy arreglada vestida para el evento, con una pollera y unos zapatos con bastante taco, y cuando salí de donde habíamos ido a tomar algo, no podíamos creer la cantidad de nieve que había caído, ya que la nevada no estaba pronosticada. Producto de los tacos, fue toda una odisea caminar sobre la nieve/hielo hasta llegar hasta el auto. Al otro día, salí a hacer notas por la calle y era todo alegría. Se vivía un clima de felicidad que nunca había visto ni volví a ver. Los chicos faltaron a las escuelas, a los empleados les habían dado permiso para salir de los trabajos... Las casas de foto, se quedaron sin rollos fotográficos. Las imágenes que más me impactaron fueron las playas completamente blancas. Y muchos, como viajaban a hacer temporada de ski en el sur, tenían tablas y demás a mano. Entonces salieron a intentar replicar los deportes de invierno en la loma de Colón o en el golf de Playa Grande”, comenta.
“Fue una jornada mágica para todos. Y tuve la fortuna de haberla disfrutado desde el primer momento y durante todo el día”, subraya.