“El stand up es una conversación con el público”
Federico Simonetti festeja su primera década haciendo reír con la gira más grande de stand up que se hizo hasta el momento en Argentina. El show, llamado justamente “10 Años”, rescata los mejores materiales de este comediante, que en poco más de dos meses visitará más de 30 destinos en Argentina, Uruguay y Chile. Será este viernes a las 21 en el Teatro Melany.
“Armar esta gira fue como hacer un genga, aterrizar aviones con controladores aéreos, o algo así”, comenta a El Marplatense el ex periodista. “Queríamos recorrer todo el país y pudimos coordinar todo. Viene funcionando muy bien, así que estoy muy contento”, agrega.
En cuanto al show, cuenta que es una mezcla de lo que más le pidieron en estos 10 años. “El stand up se organiza en una serie de rutinas y segmentos, así que no fue tan difícil es parte de armado, pero sí identificar cuáles sí y cuáles no. Son rutinas probadas, hechas, así que es una bomba”, define.
Simonetti comenzó haciendo humor en radio y luego se subió por primera vez a un escenario para hacer stand up. “Fue tremendo aquella vez”, recuerda. “Directamente no se ni qué pasó. Fue como salir al Camp Nou a patear unos penales. Nervios, tensión, adrenalina, me temblaba todo el cuerpo. Tengo como postales de fotos, de haber mirado la cara del público, y se rieron en muchas partes. Dicen que el segundo mayor miedo de la gente, luego de la muerte, es hablar en público, así que imagínense”, reflexiona.
El público es quien tiene la última palabra, con sus aplausos y sus risas, y de ahí que eso también sirve a veces de termómetro para saber qué les gusta y qué no. “Me he alimentado del público, con sus reacciones. Empecé a entenderlos. Son todos distintos y aprenderlo es parte del oficio. Saber cuándo se escandaliza, o no. Todo el tiempo es un ida y vuelta. El stand up no es un monólogo, sino que es una conversación con el público. No te habla directamente, pero sí a través de su energía y eso te va modificando lo que vas haciendo”.
Sus inicios fueron cuando aún en Argentina se tenía poca información sobre este género de comedia. Con el tiempo se convirtió en un referente obligado del circuito local. Su humor, tan inteligente como ácido, lo llevó a grabar para Comedy Central Latinoamérica y actuar habitualmente por toda la Argentina, España, Chile y Uruguay.
Contestatario por naturaleza, suele incorporar en sus rutinas crítica social, burlas a la familia típica, al trabajo en la oficina, la seguridad del hogar, los medios de comunicación y la política. Esa mirada crítica se combina con una multiplicidad de recursos aprendidos en su paso por teatro, clown, improvisación, bufón, pantomima, teatro de máscaras y teatro cómico.
“El stand up creció en Argentina y en muchos otros países. La serie Seinfield sirvió como una semilla de información. Crece mucho porque desde que pienso algo hasta decirlo, pasa poco tiempo. No es lo mismo que una película, o una obra de teatro, que lleva su proceso. Puedo pensar algo a la mañana, y decirlo a la noche en un show. Eso hace que sea muy dinámico, que se pueda hablar de la actualidad y vaya mutando. También es muy catártico a nivel social. Además, es un género que no requiere de muchos elementos técnicos”, culmina.
