Ni enterrados ni cremados, seremos abono
Existen dos formas clásicas para la disposición final de un cadáver, el entierro y la cremación. Sin embargo la arquitecta Katrina Spade cree en una tercera opción que además beneficiaría a nuestro planeta, convertir los cadáveres en abono orgánico.
El proyecto lleva el nombre de Urban Death Project el cual consiste en una instalación dedicada a llevar a cabo servicios funerarios y almacenamiento de cuerpos para su descomposición y posterior creación de tierra rica en nutrientes.
Los familiares de los difuntos pueden regresar para recibir la tierra resultante del compostaje. La instalaciones tendrán capacidad para llevar a cabo dos servicios funerarios por día y almacenarán hasta 60 cuerpos por mes.
La arquitecta dio a conocer su proyecto en Kickstarter lo que logró hacer conocido su proyecto en todo el mundo y su financiación para abrir el primer centro funerario de compostaje en 2023 según sus cálculos.