“Es necesario un cambio alimentario para nuestras vidas”
Las expresiones “el lunes empiezo la dieta” o “tengo que ordenar mis hábitos de alimentación” suelen ser deseos no tan fáciles de cumplir. La clave está en proponérselo, trabajar en ello, y, lo más complicado, sostenerlo.
Existe una tendencia mundial de regresar a la llamada alimentación biológica y cocina viva, que consiste en incorporar al organismo lo que mejor acepta, ya sea por su estructura, o por su estado puro, sin refinar, sin agrotóxicos, integrales, y de origen vegetal.
“La diferencia entre un alimento natural y uno refinado, es que este último no aporta nutrientes, y además, por ser industrializados, tienen aditivos que se utilizan para mejorar algún aspecto del producto. Por su parte, los biológicos pretenden contribuir no sólo a una alimentación más natural y nutritiva, sino también a una producción más acorde con el medio ambiente”, explica a El Marplatense la nutricionista Verónica Jesús, autora del libro "Fresco, rico & natural. Alimentación biológica y cocina viva".
Y la pregunta es cómo empezar este cambio, para lo que el primer paso sería organizar la heladera y la alacena. “Es fundamental tener todos los elementos necesarios para cocinar de modo biológico. Luego, seguir buscando y aprendiendo recetas. Hay que probar, y hacer el propio registro de lo que te gusta y lo que no”, apunta.
El comienzo es ir agregando estos alimentos a la dieta. “Por más que sigas comiendo lo que es típico de nuestra cultura -carne, harina, lácteos-, si incorporás una parte, haces una diferencia”, agrega.
“Es difícil al principio, porque hay que hacer un cambio estructural. Cuesta, es una transición, ya que uno se acostumbra a hacer siempre lo mismo”, remarca.
Lo básico es tener, por ejemplo, fruta en la heladera, para cuándo surjan ganas de comer algo. De igual manera, ocurre en el trabajo de cada uno. “Si te llevás una fruta, evitás el café y la medialuna”, sostiene.
En cuanto a cuáles son los alimentos que deberían estar presentes, son: frutas, endulzantes naturales, cereales, legumbres, sales, condimentos, aderezos, verduras, hortalizas, algas, hongos, hierbas, semillas y frutos secos, entre otros.
Las personas construyen las proteínas de sus cuerpos a partir de aminoácidos, los cuales a su vez proceden de las proteínas que ingieren.
Una dieta variada con legumbres, cereales, semillas y frutos secos y verduras contiene todos los aminoácidos esenciales. Antes se pensaba que había que comer juntos varios alimentos vegetales para conseguir todo su valor proteínico completo, pero la investigación actual sugiere que no es así. Muchas autoridades en el campo de la nutrición, incluyendo a la American Dietetic Association (Asociación Dietética Americana), opinan que las necesidades proteicas pueden ser satisfechas fácilmente consumiendo una amplia variedad de fuentes de aminoácidos a lo largo del día, según sostienen desde la Unión vegetariana española.
“Se hace necesario un cambio alimentario para nuestras vidas, para los que nos rodean y para el Planeta. Comer bien y rico están juntos, estar sano y comer rico también. Se puede aprender a comer de un modo diferente, con más conciencia, generando un cambio para las generaciones futuras. No cuesta nada, sólo hay que saber cómo”, subraya.
RECETA DE RISOTTO COLIFLOR
