Racing se impuso en los penales y se quedó otra vez con el clásico
Tal como ocurrió en Salta, Racing volvió a llevarse la victoria en el clásico de Avellaneda. Venció 8-7 a Independiente desde los penales, luego de un discreto partido en el que igualaron 0 a 0. El remate definitorio en la serie desde los doce pasos fue anotado por el marplatense Santiago Rosales, quien disparó al palo izquierdo del arquero Campaña. Buen marco de público en el cierre formal del torneo de verano realizado en el estadio "José María Minella".
Regular primer tiempo animaron Racing e Independiente. El inicio fue un anticipo de lo que se iba a venir. Exceso del pelotazo, errores evitables y escaso ritmo de juego. Sin embargo, desde temprano la “Academia” siempre mantuvo el orden y su peligrosidad en ataque fruto de su jerarquía.
Lo más saliente del comienzo involucró a los arqueros. Por un lado, Orión protagonizó dos situaciones que complicaron la salida de Racing. Debió participar con el pie y en una de esas intervenciones quiso gambetear erróneamente y envió la pelota al lateral. Por su parte, el uruguayo Campaña tuvo que utilizar un cabezazo para neutralizar un pelotazo frontal en la medialuna del área.
La paridad se hacía presente en el campo de juego y no necesariamente porque ambos hacían meritos para lograr predominar sino que Racing tardó algunos minutos en acomodarse. Luego de un tiro de Vera las manos de Orión, el elenco que dirige Cocca empezó a ganar territorio. En primer término, Acuña, uno de los principales exponentes que abrieron juego en Racing desde la izquierda, avisó con un remate desde afuera del área, buscando capitalizar un descuido en defensa del rival. Su disparo se fue por arriba del travesaño.
Lisandro López comenzó a aparecer con exitosos pivoteos que fueron ubicando a Bou, Acuña o al “Pulpo” González, tal como ocurrió en la goleada ocurrida la semana pasada en Salta.
Racing siempre estuvo más afianzado, bien posicionado, aunque sin explotar las ventajas que lograba en tres cuartos de cancha. Un ejemplo fue a los 15 minutos a través de un remate de Abued, quien realizó un disparo rasante desde afuera del área que despejó Campaña.
La jugada de mayor riesgo sucedió al os 24 minutos, cuando Lisandro López recibió un pase frontal, dejándolo mano a mano con el arquero uruguayo. Su definición fue insuficiente pero de igual modo ameritó la estirada del ex jugador de Defensor Sporting, que desvió la pelota al tiro de esquina.
La “Academia” esfumó cualquiera reacción de Independiente mediante mucha presión en tres cuartos de cancha, imposibilitando la salida de Tagliafico y entorpeciendo Meza y Sánchez Miño. Mientras tanto, con la pelota, Racing siguió desbordando por izquierda con Acuña y perforando desde el centro con González y Abued, quienes rápidamente tomaban posiciones centrales para ser primera opción de la dupla de delanteros.
Pese a tener claramente la superioridad, Racing no pudo sacar ventaja en el marcador. El partido entró en una mese que facilitó la labor para Independiente, que sólo tuvo fugaces participaciones del juvenil Togni y Vera, siempre luchando infructuosamente ante los centrales. Nuevamente el “Rojo” padece la falta de un acompañante en la ofensiva o bien algún enlace que permita simplificar las acciones.
Apenas un violento disparo de Rigoni fue el único intento de atrevimiento por parte del conjunto rojo, que terminó el primer tiempo algo mejor parado, aunque sin posibilidades concretas de pasar adelante en el partido.
En la vuelta a las canchas, Holan consideró fundamental reforzar la mitad de cancha y por eso optó por el ingreso de Blanco y el flamante refuerzo Nery Domínguez.
Mediocre arranque del complemento. Si bien se tornó un trámite de ida y vuelta, no hubo claras ofensivas. Sólo hubo un cabezazo de Vera y un remate por arriba en una intervención de Damián Martínez, quien poco demostró para ser el reemplazante de Gustavo Toledo, hoy relegado por el ex entrenador de Defensa y Justicia.
Con algo más de espacio, ambos equipos pudieron abrir el juego, tener más terreno para generar sociedades y, en consecuencia, lograr algunas jugadas de mayor atención para el público. En esa tónica, Vittor casi consigue romper las tablas tras ubicar un centro desde la banda izquierda. No obstante, no pudo conectar correctamente la pelota aunque sí obligó la clave atajada de Campaña.
Por su parte, Independiente se perdió un insólito gol por intermedio de un deslucido Vera, quien se encontró con la pelota en el área, resolviendo con un disparo cruzado que se fue por el palo izquierdo de Orión.
Hubo una nueva meseta en el final. Escasas ocasiones, individualidades poco fructíferas, mucho toque por los costados y pelotazos que no llegaron a destino.
Como todo delantero, Vera tuvo otra chance inmejorable abajo del arco. Un desborde por izquierda ubicó al uruguayo, quien pudo darse vuelta tras un pase pero logrando un tiro que insólitamente se fue por encima del arco. Los murmullos no tardaron en llegar para el ex Rafaela.
Lo positivo para el “Rojo” fueron algunos reacomodos en el esquema, adelantando algunos hombres, desequilibrar por algunos frentes del campo y restableciendo la lucha en la mitad de cancha. También es de destacar el control que se hizo para anular a Bou y López, quienes se fueron apagando. Por esa razón, Cocca dio lugar al ingreso del marplatense Rosales y Brian Fernández, verdugo de Independiente en el norte argentino.
Como parte del análisis también se resalta la “obligación” de una victoria por parte de un golpeado Independiente y la tranquilidad que existe en el plantel de la “Academia”, que cuenta con un panorama claramente más auspicioso.
En el final, casi lo gana Independiente con un disparo de Rigoni, quien vio el espacio en tres cuartos de cancha, aunque apareció de nuevo Orión, quien tapó el remate con una estirada en la parte inferior izquierda del arco.
Tras la igualdad sin goles, en la definición por penales Racing se impuso 8 a 7 gracias a los goles de López, Fernández, Abued, Orión, Álvarez, Pillud y Rosales. En tanto, fallaron Vittor, en la "Academia", y Blanco y Domínguez, en Independiente.
