"Si Estados Unidos sigue provocando, responderemos con una guerra nuclear"
Al celebrarse el 105 aniversario del nacimiento del fundador de Corea del Norte, Kim Il-sung, el país realizó en las últimas horas la demostración de poderío armamentístico y exhibió por primera vez al mundo un misil de largo alcance, en el marco de una semana que se vio marcada por la decisión de Estados Unidos de lanzar la "madre de todas las bombas" contra el Estado Islámico.
En el desfile militar de inmensa proporción se incluyó un tipo de proyectil nunca antes mostrado en público: el misil balístico intercontinental (ICBM) de combustible sólido. A diferencia del combustible líquido, el sólido permite cargar los proyectiles más rápido y mantenerlos durante largas temporadas almacenados y listos para disparar.
En un tramo de su discurso, el vicemariscal Choe Ryong-hae lanzó también una dura advertencia contra el país norteamericano: “Si Estados Unidos sigue con sus provocaciones temerarias, responderemos a una guerra nuclear con nuestras armas atómicas”.
Por su parte, el portavoz del comandante general de las Fuerzas Armadas agregó: “Todas las acciones provocadoras y forajidas de Estados Unidos en los campos político, económico y militar para seguir con su política hostil hacia la DPRK (República Popular Democrática de Corea) serán contrarrestadas a través de una contra reacción del Ejército del pueblo".
"Nuestra contra reacción más severa en contra de Estados Unidos y sus fuerzas será ejecutada de forma tan despiadada que no permitirá a nuestros agresores sobrevivir", sostuvo, para concluir que la "grave histeria militar" del gobierno de Donald Trump “alcanzó una fase peligrosa que ya no puede ser pasada por alto".
Además de mostrar hoy misiles de alcance medio Musudan y los misteriosos y temidos KN-08 y KN-14, que se lanzan desde plataforma móvil, desfilaron ante la plaza Kim Il-sung varios de los últimos desarrollos del régimen como el Pukguksong-1 y Pukguksong-2, exhibidos en público por primera vez.
El primero de ellos es un misil balístico lanzado desde un submarino (SLBM) y el segundo, un proyectil de alcance medio que se tira desde plataforma móvil y que fue probado por primera vez en febrero y también el 5 de abril, ensayo que llevó a Washington a responder con el envío de un portaaviones nuclear a la península.
El bombardeo generó interrogantes respecto de los planes de Trump en torno a Corea del Norte, que realizó pruebas nucleares y de misiles en desafío de las sanciones de Naciones Unidas y de países occidentales.