"Cada tres días muere una persona detenida en las cárceles de la Provincia"
Luego de que encontrara ahorcado a un interno de Batán en su celda y ante la reincidencia de los casos, el juez de Garantías, Juan Tapia, aseguró que que "es una realidad constante" en el territorio bonaerense y afirmó: "Cada tres días muere una persona privada de su libertad en las cárceles de la Provincia".
"Si pretendemos que la cárcel cumpla una función de custodia de detenidos esperando juicio o de resocialización de los condenados y salen muertos, la cárcel se transforma en una pena de muerte por azar", declaró Tapia en un mano a mano en los estudios de Radio Mitre Mar del Plata. "Hay datos evidentes de realidad carcelaria en Buenos Aires, cada tres días muere una persona privada de su libertad en las cárceles de la Provincia", añadió.
En Antes que sea tarde, el juez señaló que son "muertes bajo custodia del Estado". "Siempre hay responsabilidad institucional sobre el fallecimiento, porque no se pusieron las cuestiones de seguridad para que salga vivo de ese espacio y sea resocializado", especificó.
Desde la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) ya habían expresado su preocupación por la cantidad de muertos en la cárcel de Batán. Para Tapia, un agravante de la mala situación de la cárcel es que "lo que sucede adentro, repercute en la sociedad".
"Se encuentra rechazo de la gente en invertir en las personas que están dentro de los espacios. Pero el encierro cumple una función a futuro en cuestiones de seguridad. Si al preso lo enviamos a un espacio violento, ¿cómo pretendemos que se vuelva a reinsertar en la sociedad?", cuestionó el Juez, al momento que detalló la necesidad de inculcarle "trabajo, educación y valores, jóvenes que no accedieron nunca a eso".
En la actualidad, "todo lo que hace el detenido en el encierro debe ser seguido por un juez", cuando antes "el derecho terminaba cuando llegabas a la puerta de la prisión". En este sentido, Tapia apuntó que se facilitan los reclamos por falta de colchones o de medicamentos.
"El único derecho que se pierde cuando se ingresa a una prisión es la libertad ambulatoria. Los demás deben ser garantizados porque si no el Estado asume la propia ilegalidad de las tareas que sucedan dentro de la prisión", agregó al respecto.