La antigüedad promedio de la flota pesquera local es de 36,6 años
La antigüedad promedio de la flota pesquera marplatense es de 36,6 años, según indica un informe de la Cámara de la Industria Naval de Mar del Plata. En este marco, Domingo Contessi, titular del Astillero Federico Contessi, aseguró que “el principal obstáculo para renovar la flota, es el Estado”.
“El informe presenta la síntesis de los listados de las flotas pesqueras, en base a la fecha de botadura de cada uno de los barcos se puede sacar algunas conclusiones. La principal es que la antigüedad promedio de toda la flota es de 36.6 años”, señaló Contessi en diálogo con Radio Mitre Mar del Plata.
En este marco, detalló por segmento: los barcos fresqueros de menos de 15 metros tienen un promedio de 53 años y medio de antigüedad; la flota congeladora, los barcos más grandes, de 35; los poteros, que pescan calamar, 36; la flota tangonera congeladora, una de las más rentables, 32; los barcos de más de 40 metros de altura, 46. En tanto, los únicos que bajan de los 30 años son los fresqueros entre 15 y 40 metros, “que son el segmento al cual estamos limitados a construir los astilleros argentinos durante años” y se establece en, aproximadamente, 28 años de antigüedad.
La realidad del estado de los barcos marplatenses también fue reflejada tras el hundimiento del Repunte, donde obreros navales y familiares denunciaron las irregularidades de los controles y la antigüedad de la flota.
“Lo que planteamos es que el principal obstáculo para renovar la flota es el Estado, es la lógica que hay que revertir. Se le ponen tantas trabas al armador, tantos obstáculos, que terminan reparando los barcos viejos”, afirmó Contessi en Hoy es Mejor.
En esta línea, indicó que piden más inventivos. “Estamos en una situación de crisis de la pesca, no hay créditos y es difícil que algún armador pueda pensar en renovar su flota, pero en los casos donde pueden, se encuentran con montón de obstáculos que deciden no invertir”, agregó.
Otra de las problemáticas es la importanción de barcos, ya que “la flota congeladora y potera, la embarcación más sencilla de construir, es 100 por ciento importada”, mientras que “la tangonera es de un 95 por ciento y la fresquera de más de 40 metros, un 88”.
“No sé qué más decirle a mi gente por qué hace más de un año y medio que no hemos botado un marco. El último fue en abril del 2016, desde esa fecha solo nos dedicamos a hacer reparaciones de barcos viejos. Es bastante degradante”, asveró Contessi y luego añadió: “Es muy difícil mantener una industria como un astillero en la Argentina que nos tocó en los últimos años y pareciera que continúa en este sentido”.