Aldosivi – Alvarado, el clásico que se olvidó de la pelota
No hay partido más difícil de organizar que un Aldosivi –Alvarado. Este jueves se cumplen 20 años del último partido entre los dos equipos más populares de Mar del Plata, que duró menos de media hora, suspendido por los incidentes entre ambas parcialidades en cancha de River. El partido no se juega nunca, salvo en Inferiores. Aunque los hinchas se enfrentan cada vez que pueden. Un boliche, la playa o el centro suelen ser los escenarios de la barbarie, para recordar con frecuencia lo violenta que puede ser la convivencia de dos horas en un estadio. Las redes sociales reflejan el odio. De fútbol, ni hablar.
La pelota, lejos del césped, la tienen las autoridades. Entre ellos se la pasan. Como pueden, con limitaciones. Con la inhibición propia del miedo a perder. Los clubes dicen tener otras prioridades y, en todo caso, piden las garantías de la seguridad. Los organismos, por su parte, la rebotan: “No se juega porque los clubes no quieren”, sentenció el titular de la Aprevide, Juan Manuel Lugones.
Lo que debería ser una fiesta del fútbol de la ciudad, se convirtió en un trauma. Después de lo ocurrido el 10 de agosto de 1997, la Liga Marplatense decidió que no se crucen más por torneos locales. Alvarado aún no ha podido ganarse el derecho de medirse ante Aldosivi por la vía deportiva. Los del Puerto siempre estuvieron una o dos categorías más arriba. Y organizar un amistoso se ha tornado en una misión imposible. En 2012 los dirigentes de ambos clubes se juntaron para organizar un clásico de cara al verano de 2013. Había predisposición, pero la iniciativa no se concretó.
Un ejemplo que grafica la locura: a comienzos de este año, un grupo de exjugadores con pasado en Aldosivi y Alvarado intentaron organizar un partido amistoso a beneficio del Hospital Materno Infantil. Pero la violencia que se generó en las redes sociales obligó a repensar la idea. Finalmente, se jugó un partido con dos equipos mezclados en el Minella, sin ninguna vinculación con los clubes. Mar del Plata ni siquiera puede tener un clásico a beneficio y jugado por veteranos.
OBLIGADOS A VIVIR DE RECUERDOS
Los hinchas de Aldosivi todavía cargan a los de Alvarado por el triunfo por 13 a 0 en 1994 (el “Torito” se beneficiaba con una derrota por goleada y presentó juveniles). Y tampoco se olvidan del duelo más trascendente: la serie de 1996 que puso en juego una plaza en el Nacional B. Aldosivi ganó ambos partidos por 2 a 0 ante un Alvarado disminuido, con figuras que no participaron por los profundos problemas económicos del club.
Los de Alvarado tienen muy presente la victoria por penales de 1990, con título y pasaje al Torneo del Interior. El gol de “Tato” Vidal, uno de los más gritados. Y también recuerdan con mucha alegría los dos triunfos del 95 por el Torneo Argentino A.
“Los clásicos se jugaban a muerte. Los dos equipos tenían muy buenos jugadores y cada uno peleaba por su camiseta. Se hacían lindos partidos, muy disputados, con dientes apretados”, recordó Pablo Corti, el ídolo de Aldosivi que llegó de Castelli y vivió la pasión del clásico desde adentro. “Los jugadores de Alvarado sentían la camiseta como yo sentía la de Aldosivi”, le reconoció a El Marplatense.
Facundo De Llano, símbolo de Alvarado (jugó varios clásicos y afrontó gran cantidad de regionales), contó que “lo que siempre buscaba uno era jugar el clásico, trataba de llegar a esos partidos afilado, porque eran importantísimos. En lo personal lo sentía y lo vivía de otra manera. Llegaba esa semana y era de las cosas más lindas que pasaban en el club”. Y agregó: “Es terrible como lo vivía la gente de Alvarado, y te lo hacían saber. Iban a alentar a los entrenamientos. El día del partido era impresionante, esperábamos ese partido y cuando estábamos adentro lo vivíamos a full”.
Asimismo, Corti reconoció que todos los actores estaban en alerta por los constantes hechos de violencia. “Era estar pendiente todo el tiempo de que pase algo, porque siempre pasó algo. En el estadio San Martín, afuera, siempre pasaba algo. Yo creo que hoy, 20 años después, no se juega por temor a que haya violencia”, señaló. En la misma línea, De Llano aseguró que “nosotros no lo vivíamos así adentro de la cancha, siempre la violencia fue afuera. Veíamos las corridas…”.
No obstante, los dos referentes coinciden en que no están dadas las condiciones para organizar un clásico. “Hoy está todo muy complicado, la violencia ya pasó la fiesta deportiva, está difícil para poder realizarlo. Estoy seguro que en la cancha no va a pasar nada, pero en los barrios está complicado. Las redes sociales también magnifican todo eso. La violencia empieza desde ahí”, resumió De Llano. “Es muy complicado hacerlo. Ojala que se crucen por algún torneo de AFA. Pero creo que no se puede hacer un amistoso”, añadió Corti. “Se va a jugar porque Alvarado va a ascender, te lo digo con el corazón”, avisó De Llano.
MANO A MANO POR UNA PLAZA
Corti recordó la serie de 1996 por una plaza en el Nacional B. En esos clásicos, Alvarado se presentó con sensibles bajas, como las de Marcelo Botana, Luis Alberto Pizzalonga, Hugo Molteni, Fabian García, César Ortega, Luis Piccoli, Guillermo Duró y Hugo Subiledt. “Por el equipo que teníamos, nosotros éramos los favoritos. Después se decía que Oscar Salerno (NdeR: presidente de Aldosivi en ese momento) le había dado una mano a jugadores de Alvarado, que tenían problemas económicos, para que no jugaran. Pero yo de eso nunca supe nada. Pero sí es cierto que hubo 6 o 7 jugadores de Alvarado que no jugaron esos partidos”, explicó el “10”, en referencia a una serie desigual, que se disputó en el Minella y terminó con dos triunfos de Aldosivi por 2 a 0.
“EL 13 A 0 FUE INCÓMODO HASTA PARA ALDOSIVI”
Marcelo Marín jugó en Aldosivi y en Alvarado. El día del 13 a 0, convirtió 3 goles. “En la previa pensábamos que era difícil que pasara eso. Nos encontramos con un equipo de chicos de las inferiores de Alvarado y nosotros éramos todos profesionales. Ellos se beneficiaban si nosotros volvíamos a ser campeones, porque ya habíamos ganado el primer torneo. Si ellos llegaban a perder por una diferencia amplia, tenían la posibilidad de jugar un partido definitorio para entrar al regional”, recordó el delantero. Según le dijo Marín a El Marplatense, aquella goleada no se disfrutó tanto en el “Tiburón”. “Fue una diferencia incómoda hasta para nosotros porque no era lo que queríamos. Queríamos jugar contra el equipo de verdad”, justificó.
“Íbamos 7 a 0 y el Negro (NdeR: Edeverto Artero, emblemático entrenador que pasó por las dos clubes) quería más”, recordó Marín. “No es que no nos motivábamos, porque era un clásico. Pero era medio extraño todo”, admitió.
Marín también jugó el último de los clásicos en cancha de River. Ese día, defendió los colores de Alvarado. “En ese último partido, Aldosivi presentó un equipo alternativo. Íbamos ganando 1 a 0 y la hinchada de Aldosivi empezó a tirar piedras. Después invadieron y se suspendió el partido a los 30 minutos”, rememoró.
El partido entre Aldosivi y Alvarado se disputa en distintos ámbitos pero no se juega. Todo se reduce a anécdotas, recuerdos, chicanas y, sobre todo, violencia. Por su edad, muchos de los que protagonizan esos episodios ni siquiera han presenciado un encuentro. Entre tanta locura, la ciudad se pierde su clásico, un espectáculo que podría ser una verdadera fiesta del fútbol. La pelota, mientras tanto, ya lleva 20 años en un rincón, a la espera de que la cordura le devuelva su protagonismo perdido.