Los niños y las lesiones deportivas
Tomar recaudos es indispensable para evitar torceduras, esguinces y otros incidentes.
Según la American Academy of Child and Adolescent Psychiatri los deportes ayudan a los niños a desarrollar destrezas físicas, a hacer ejercicios, a socializar, a divertirse, a aprender a jugar formando parte de un equipo, a aprender a jugar limpio y a mejorar su autoestima.
Sin embargo, todos los deportes tienen riesgos de ocasionar lesiones y entre más contacto haya en un deporte, mayor es el riesgo de provocarlas.
La llamada "concusión" es una lesión producida por un golpe en la cabeza o el cuello. Suele producirse por contacto cuerpo a cuerpo, contacto cuerpo–objeto (como un balón) o contacto cuerpo–suelo.
La mayoría de las lesiones deportivas afectan a los tejidos blandos del cuerpo, no a los huesos en sí. Los principales tipos de lesiones deportivas son torceduras (lesiones en los ligamentos) y esguinces (lesiones en los músculos).
La American Academy of Pediatrics brinda algunos consejos para prevenirlas:
- Usar el equipo adecuado. El equipo de protección apropiado puede incluir almohadillas (para el cuello, los hombros, los codos, el pecho, las rodillas y las espinillas), cascos, protectores bucales, protectores para la cara, copas protectoras y gafas protectoras.
- Incrementar la flexibilidad. Los ejercicios de estiramiento antes y después de los juegos pueden ayudar a incrementar la flexibilidad de los músculos y ligamentos que se usan en la actividad deportiva.
- Fortalecer los músculos. Los ejercicios de acondicionamiento durante los entrenamientos y antes de los juegos pueden ayudar a fortalecer los músculos que se usan en la actividad deportiva.
- Hacer pausas. Los períodos de descanso son importantes durante los entrenamientos y los partidos para reducir el riesgo de lesiones por sobre uso.
- Suspender el ejercicio si hay dolor.