Hablemos del Dengue
Si bien no existe un tratamiento específico, su detección temprana y prevención disminuyen la mortalidad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define al Dengue como “una infección vírica transmitida por la picadura de las hembras infectadas de mosquitos del género Aedes”.
Se presenta en los climas tropicales y subtropicales de todo el planeta, sobre todo en las zonas urbanas y semiurbanas. Los síntomas aparecen 3–14 días (promedio de 4–7 días) después de la picadura infectiva.
Estos incluyen una fiebre elevada (40Cº) acompañada de dos de los síntomas siguientes: dolor de cabeza muy intenso, dolor detrás de los globos oculares, dolores musculares y articulares, náuseas, vómitos, agrandamiento de ganglios linfáticos o sarpullido.
El dengue grave es una complicación potencialmente mortal porque cursa con extravasación de plasma, acumulación de líquidos, dificultad respiratoria, hemorragias graves o falla orgánica.
Para reproducirse, los mosquitos necesitan lugares donde se junte agua dentro de la casa, en los patios, balcones y jardines.
La medida más importante de prevención es la eliminación de todos los criaderos de mosquitos, es decir, de todos los recipientes que contienen agua tanto en el interior de las casas como en sus alrededores.
Muchos de los recipientes donde el mosquito se cría no son de utilidad (latas, botellas, neumáticos, trozos de plástico y lona, bidones cortados). Por eso, es fundamental eliminarlos y evitar que se acumulen en el hogar.
La fumigación no es suficiente para eliminar el mosquito. La aplicación de insecticidas es una medida destinada a eliminar a los mosquitos adultos que pueden transmitir estas enfermedades. Su implementación debe ser evaluada por las autoridades sanitarias ya que solo es recomendable en momentos de emergencia, y siempre debe ser acompañada por la eliminación de todos los recipientes que acumulan agua en las casas y espacios públicos.
El Ministerio de Salud de La Nación recomienda llevar a cabo las siguientes medidas de prevención:
- Poner boca abajo baldes, palanganas y bidones.
- Tapar los tanques y recipientes para recolectar agua.
- Rellenar floreros y portamacetas con arena o tierra.
- Vaciar los colectores de desagües de aire acondicionado o lluvia.
- Destapar los desagües de lluvia y canaletas.
- Colocar mosquiteros en puertas y ventanas.
- Usar repelente y renovarlo cada 3 horas cuando se está al aire libre.
- Utilizar espirales o tabletas repelentes en las habitaciones.
- Colocar tules en cunas y cochecitos.