Crash tests: Las pruebas que deben superar los vehículos
Dichas pruebas se realizan desde 1869, año en que se registró la primera víctima mortal de tráfico. Tras la tragedia, la industria automotriz empezó a desarrollar las primeras investigaciones sobre la seguridad de los vehículos. Las pruebas iniciales usaban personas, las cuales corrían un gran riesgo. Más tarde, se implementó el uso de cadáveres humanos envueltos en vendas. Finalmente, en 1950 fue creado el “Sierra Sam”, el primer “dummy”, (maniquí para ensayos de choque o colisiones). Sin embargo, su nivel de fidelidad respecto a las características de los pasajeros era bajo. Recién en 1971 se desarrolló un maniquí masculino con el promedio de altura, masa y proporciones de un hombre. Desde ese entonces, no dejan de evolucionar.
En un instante, los choques prueba logran registrar la resistencia del vehículo a los accidentes posibles, ya sean frontales, frontolaterales, entre otros tipos. En estos experimentos, se usan cuatro “dummies”: dos adultos en los asientos delanteros y dos infantiles en los traseros, de los cuales uno simula tener un año y medio y el otro, tres.
Los “crash tests” son grabados a mil fotogramas por segundo. Así, los videos en slow motion muestran qué va ocurriendo en el vehículo durante el choque. Luego, se analizan los resultados y se evalúa si el vehículo pasó exitosamente el test.