Hotesur: Cristina Kirchner quedó cerca de perder sus hoteles
Cristina Kirchner quedó cerca de perder sus hoteles si es condenada en la causa Hotesur cuando llegue en agosto a juicio oral y público. Ercolini no solo la embargó a ella y los otros coautores de esta enorme operación de lavado de dinero sino a sus hoteles como persona jurídicas, en una medida que está empezando a ser una nueva tendencia en Comodoro Py.
El juez le trabó un embargo de 800 millones de pesos a la ex presidenta y a Hotesur, que controla el Alto Calafate y el hotel Las Dunas. La semana pasada, el juez Sebastián Casanello también había emargado a las empresas que intervinieron en la maniobra para las obras de AYSA que hizo Odebrecht.
Los hoteles están ahora siendo administrados por interventores de la Justicia y si la ex presidenta es condena en esta causa deberá pagar las costas y una eventual multa con ellos, entre otros bienes de su patrimonio.
Ercolini citó el artículo 518 del Código Procesal Penal para fundamentar sus embargos con vistas a “garantizar la pena pecuniaria, la indemnización civil y las costas, rubro esta que comprende el pago de la tasa de justicia, los honorarios devengados por los abogados, procuradores, peritos y de los demás gastos que se hubieran generado a raíz de la tramitación de la causa”. Con este concepto avanza en la idea que es importante recuperar los activos robados al Estado, además de lograr eventuales condenas a prisión. Todo aunque el Senado, con mayoría peronista, se resiste a aprobar la ley de extinción de dominio.
En una situación judicial complicada, Cristina enfrentará este año el comienzo de los juicios orales por las causas dólar futuro, encubrimiento de Irán en el atentado contra la AMIA y direccionamiento de 3 mil millones de dólares en obra pública a favor de Lázaro Báez. Ercolini tiene previsto elevar a juicio oral primero la causa de la inmobiliaria Los Sauces -donde también esta procesada- y en agosto esta causa de Hotesur abierta por una denuncia de la ex diputada del GEN Margarita Stolbizer.
