El barco con 67 mil fotos del ARA San Juan, llegó a Ciudad del Cabo
A las cinco y media de la mañana de un día finalmente diáfano, el buque de bandera noruega Seabed Constructor, la nave que halló al submarino ARA San Juan, amarró en el puerto de Ciudad del Cabo. Fue sin mayores inconvenientes y después de un largo viaje de más de 80 días atravesados por la ansiedad, la expectativa, la incertidumbre y la emoción del descubrimiento.
Los observadores argentinos que participaron de la odisea, familiares de los tripulantes del submarino hundido, fueron recibidos por el capitán de navío Gonzalo Prieto, flamante agregado de Defensa en Sudáfrica, y el cónsul argentino Pablo Graziano. El funcionario diplomático y el representante de la Armada se hicieron presentes para dar apoyo logístico a los argentinos embarcados. Pero llegaron, además, con la misión colaborar y acompañar el proceso de descarga de las 67 mil imágenes y videos del submarino ARA San Juan recabados por los vehículos de inmersión de la empresa Ocean Infinity a 907 metros de profundidad.
Es el material que, según se presume, permitirá saber qué fue lo que pasó para que la nave argentina se hundiera a 500 kilómetros de la costa de Comodoro Rivadavia el 15 de noviembre de 2017. El operativo de copia de información en discos duros externos comenzó inmediatamente después del arribo, casi en paralelo con los trámites migratorios. Un día antes de la llegada, Oliver Plunkett, el CEO de Ocean Infinity, dijo en una entrevista exclusiva a Clarín: “Espero que a partir de toda esta información las autoridades argentinas pueden llegar a una conclusión sobre la tragedia”.
“Hemos llegado con un día muy lindo, después de un largo viaje. Pudimos ver un paisaje muy bonito. Cerca de las siete de la mañana tomamos contacto con el capitán Prieto y el cónsul, que subieron al barco autorizados por el capitán. Fue un encuentro emotivo. Y tuvimos una larga conversación. Sabemos que ahora esta historia y la investigación deben continuar”, dijo emocionado y cansado a Clarín el abogado Luis Tagliapietra, padre del tripulante del submarino argentino Alejandro Tagliapietra.
En el puerto de Ciudad del Cabo fue un amanecer de suma tranquilidad. Mientras los tripulantes del Seabed seguían adelante con las tareas de puerto, un equipo de expertos se ocupaba de la transferencia de la información. "Es una tarea que merece abocación total. Muy importante para el país y sobre todo para las familias. Debemos ser respetuosos de este proceso para que esos datos lleguen cuanto antes a la Argentina. Es la razón por la que estamos acá", explicó a Clarín el capitán Prieto. Cerca de las 11 de la mañana hora local (en la Argentina son cinco horas menos), los viajeros consiguieron la autorización para comenzar a descender de la nave.