Crimen de Fernando Báez Sosa: "Le rompí toda la jeta"
Andrea Ramos se encontraba en el hotel Inti Huasi de Villa Gesell, donde trabaja como recepcionista y serena, ubicado a pocos metros de la casa que alquilaban los rugbiers acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa.
En esa noche, se convirtió en una testigo privilegiada de los minutos posteriores al drama que conmovió a la sociedad y su testimonio fue clave para lograr las detenciones.
"Estaba trabajando y vi pasar a un joven corriendo por la calle con la camisa desabotonada", contó esta mañana en TN. Estaba exaltado, gritaba, e inmediatamente después advirtió que detrás suyo venía un grupo de unos ocho jóvenes. "Creí que lo estaban persiguiendo y entré a buscar el teléfono para llamar al 911", recordó.
La testigo contó que los jóvenes "venían hablando en voz alta de una pelea que habían tenido" y que "se venían riendo, lo tomaban como una anécdota graciosa", dijo.
"Uno de ellos le decía al resto del grupo que le había roto la jeta a uno, y que lo había llenado de sangre", sostuvo. Los chicos se perdieron poco después en dirección al bosque, al doblar en la esquina, según su testimonio.
Alrededor de las 8 de la mañana el despliegue policial la puso en alerta. Así fue como Andrea dio su declaración ante la policía y la descripción que hizo de los jóvenes, horarios y ropa que usaban, así como también un dato preciso de dónde podían estar alojados, fue lo que facilitó el allanamiento en el que los 10 rugbiers terminaron detenidos.
Con información de TN