Transporte escolar: otra víctima del daño colateral
Los transportistas escolares y servicio privados marplatenses se encuentran hoy en estado de emergencia, como la mayoría de los trabajadores argentinos debido a la pandemia que azota al mundo.
El consecuente aislamiento social, preventivo y obligatorio generó que, a partir del 16 de Marzo, se suspendieran las clases, motivo por el cual no llegan a cobrar todas las cuotas de los alumnos, teniendo compromisos de pago con los seguros,impuestos, sueldos de choferes y la ganancia, como sustento para cada familia.
En tanto, los servicio de transporte privado, si bien no tiene la misma estacionalidad de los escolares, también se ve seriamente afectado puesto que no hay traslados de Cclubes de Futbol, Rugby, Hockey, entre otros; tampoco el traslado de adultos mayores a sus centros de día, ni de personal a las empresas (algunas exceptuadas); y mucho menos, hay paseos ni traslados a eventos, fiestas, excursiones.
Ninguno de estos rubros fueron encuadrados en los subsidios otorgados por el Gobierno Nacional, la mayoría son monotributistas con categorías superiores a la A Y B, algunos son Responsables Inscriptos. Además,
tampoco encuadran en el DNU para que no les suspendan los servicios básicos (luz, gas, teléfono,etc).
La preocupación del sector es grande. Mientras dure la pandemia, el sistema educativo seguirá con un formato virtual y nosotros seguirán sin
trabajar teniendo sus herramientas de trabajo estacionadas, sin generar
ingreso alguno.
Debido a ello, es que solicitan a los gobiernos municipales, provinciales y nacionales una ayuda económica, a modo de subsidio, para poder hacer frente a sus compromisos impositivos, gastos mensuales y el sustento de sus familias y las de los choferes.
Asimismo, los transportistas reconocen y agradecen la rápida respuesta desde el Comité de Crisis, integrados por un equipo de personas que trabajan en turnos extendidos, desde el Intendente Guillermo Montenegro a
empleados municipales de las diferentes cuadrillas de trabajo en oficinas, y en la calle por haberles hecho llegar una bolsa de alimentos como paliativo, mientras esperan una pronta solución.