Día del Trabajador

En silencio, la pasión al servicio del futbolista

En el marco del Día del Trabajador, El Marplatense te cuenta una historia del mundo del deporte. El "flaco" Lareu, utilero por casi 25 años en el club Aldosivi. Un homenaje a un tipo querido, que es el primer en llegar y el último en irse de la cancha.

Por Redacción

viernes 1 de mayo, 2020

Por Marcelo Marcel

Fotos: archivo familia Lareu

En la lista de contactos de todos los celulares de las personas que lo conocen lo tienen agendado con el apodo. No con el nombre. Nadie lo conoce como Jorge. Es el "flaco". Así, a secas. Y dueño de una historia muy rica, particular, ligada al fútbol, su pasión. En Aldosivi todos los quieren. Y su trabajo de todos los días, desde hace casi 25 años lo hacen un personaje único, digno de un homenaje por el Día del Trabajador que se celebra mundialmente.

El "flaco" Lareu, de él se trata, es un ser particular. En la función de jefe de utilería del club Atlético Aldosivi que comenzó en el año 1995/6, todos los días tiene un aprendizaje nuevo, aunque hoy el fútbol no tenga actividad y esté viviendo un día muy especial.

El utilero es el primero que llega y el último que se va de una cancha. Es quien nada puede olvidarse. "Flaco, tenés tapones más cortos", pide un futbolista. Y ahí tiene que estar. "No habrá una cinta más ancha para ajustar la venda?", dice otro, más atrás en el vestuario. Y ahí fue el "flaco" a asistirlo. Siempre con buena onda, con una sonrisa.

Es que el utilero hasta es, en algunos momentos, el psicólogo de un plantel, de un futbolista. Debe pasar tal vez en otros deportes. Pero es así: el utilero es quien sabe todo lo que le pasa a un jugador. Si se levantó bien, si le duele algo, cómo digirió una indicación en la última práctica o, quizás más importante, tener que levantarle el ánimo al que venía jugando y, de repente, fue "pa´ fuera" por el DT para el domingo y al banco.

"Siempre con buena onda" dice el "flaco" Lareu, en su casa, junto al mate, su pareja y su hija Paloma con quien comparte, en tiempos normales, tiempos de utilería. Para nuestro trabajo de periodistas, llevarse bien con el utilero es clave: lo sabe todo...y está en la relación y la confianza enterarse de lo que resulta interesante.

"Le restamos muchas cosas a la familia", comenta Lareu. "Tenemos muchos viajes, me he perdido cumpleaños de Paloma, confirmación en la escuela", se lamenta hoy con el paso del tiempo pero conocedor de que ese es su trabajo, su oficio.

A los 62 años, en pareja y papa de Paloma y Mateo, es el varón quien se enganchó desde hace poco en el oficio del papá y, juntos, comparten la pasión por la utilería.

Hoy recuerda que llegó a ese trabajo un poco de casualidad. "Estaba Juan Giachela, el `cortito`, cuando llegué a la utilería; el `pato` Borlandeli, luego quedamos con el Pato solos. Empezamos juntos, vinieron los viajes. Un largo recorrido de casi 25 años. Acá no hay feriados, ni sábados ni domingos, pero es así", remarca.

La utilería es una actividad bastante sacrificada, dentro del fútbol. Con la ayuda de colaboradores y hasta de los choferes de los micros en donde se trasladan, tiene que bajar en cada partido una artillería de elementos básicos y otros no. No puede faltar la música, las creencias, los rituales y las anécdotas.

"De todo he pasado en estos años. Millones de situaciones y recuerdos", relata el "flaco" que a la hora de señalar un recuerdo no duda en relatar lo ocurrido hace muchos años, con motivo de un viaje a Corrientes por el Nacional B viejo, cuando el "Gato" Daniele era el DT del Tiburón.

"Un temporal tremendo de lluvia en Corrientes. El avión que venía de Buenos Aires no pudo aterrizar y se volvió. Hubo que improvisar el regreso a Mar del Plata y tomamos un micro de línea, porque teníamos que irnos, no había más hospedaje", detalla mientras se ríe, como recordando hoy el momento.

"El micro era un desastre, entraba agua por todos lados. Algunos íbamos encimados, porque iba pasaje también. Y el Gato Daniele, en los asientos de atrás, hacía los sanguches de jamón y queso con un pan en bolsa grande. La gente se mataba de risa, nosotros también", amplía.

A la hora de destacar personalidades de los futbolistas, el "flaco" Lareu no duda en decidirse por Cesar Serradell y Pablo Corti como los más divertidos y en Elvio Martínez como el más serio. "Imposible sacarle una sonrisa", señala. Martínez fue traído por Rebottaro como DT que lo conocía de Newell´ Old Boys.

Testigo privilegiado de las alegrías del ascenso, de los pasos en Primera Divisón, o de las jornadas más tristes producidas por resultados fatales y lo menos esperado, una pérdida de categoría, de las personalidades de los directores técnicos que han pasado, cuenta que el fútbol le ha dado grandes amigos.

"En mi puesto mi ídolo es Pichi de River Plate", uno de los más emblemáticos en ese puesto. "Pichi" Quiroga es para los utileros un referente. Pero también lo es el "flaco" Lareu, para los que se inician. Los secretos del oficio, la palabra necesaria, el gesto de tener un mate caliente, se valora todos los días en el mundo Aldosivi, en un vestuario donde no falta nada. "Hola, amigacho", como suele decir el "flaco" para saludarte.  Es un laburante sin feriados. Un gran tipo. Felíz día, "flaco", esto ya pasará y vas a volver a enrollar vendas y tener prolija la camiseta de tu amado "Tiburón".

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