Endurecer los retenes: interceptan micro con 41 trabajadores "golondrinas"
Por Marcelo Marcel
A las 6 de éste sábado, en el retén ubicado en la autovía 2, personal de seguridad y de la CNRT interceptaron a un micro de transporte de una empresa privada que traía trabajadores "golondrinas" a Mar del Plata. En el marco del DNU presidencial vigente, se procedió a trasladar a la unidad y a las personas a un hotel para llevar adelante los protocolos sanitarios.
El micro de la empresa "Bus de los Esteros" transportaba a 41 personas provenientes de Corrientes que llegaron a Mar del Plata para trabajar de manera eventual en la pesca. No es la primera vez que esto ocurre, desde que se decidió implementar el control estricto en los ingresos a la ciudad y por el cual se dispone actualmente de 7 retenes.
Una vez interceptados por el control, autoridades de seguridad y del SAME resolvieron trasladar la unidad a un hotel céntrico de los que dispone el municipio para alojar personas que vienen de otros lugares. Una vez allí, personal de salud comenzaba a realizar el protocolo sanitario que consiste en tomarles la fiebre y hacer los hisopados para descartar síntomas de coronavirus.
Desde la CNRT comunicaron que el micro de pasajeros fue trasladado a la Estación Ferroautomora a la espera de que los choferes puedan aportar la documentación que avale su normal circulación, caso contrario se les secuestrará la unidad.
El Marplatense informó en las últimas horas acerca de la decisión de endurecer los controles en los accesos a Mar del Plata. Y de lo que resolvieron el intendente Montenegro y el coordinador del área seguridad provincial, Manino Iriart.
Allí se habló puntualmente de ser más "celosos" en la ruta. Y acordaron en un pedido que llegó desde La Plata: tomar la temperatura a distancia y cruzar información con los distintos permisos para mejorar la capacidad de respuesta. Y algo esencial: evitar el ingreso de trabajadores "golondrinas".
"Hay que ser más duros. Es bueno hasta aquí el trabajo, pero tenemos que endurecer y ser más estrictos con la verificación de los permisos para circular", fue la frase que se conoció en ese encuentro en ambos funcionarios. Y Montenegro mandó a toda su tropa a las rutas a trabajar en los controles. Hasta el secretario de educación, por citar un ejemplo concreto.
Cuando comenzaron los controles el pasado 19 en la proximidad de Semana Santa, el ingreso vehicular era de 3300 autos, todos controlados. Producto de los retenes y en plena vigencia del DNU presidencial, el promedio cayó a 1600, la mitad. Se redujo en un 50%, detallan desde el gobierno provincial.
El Marplatense pudo acceder a una información determinante: entre el 28 y 30 % de los vehículos que transitan son transportes de materias primas o vinculados a la provisión de alimentos. "Se vuelven de los retenes de toda la costa Atlántica alrededor del 3 % de los vehículos generalmente autos por no tener los permisos de circulación o por estar en infracción", agregó la misma fuente.
Desde el entorno del Intendente y de Iriart saben perfectamente que la clave está en hacer de los retenes un verdadero "murallón" en donde la ciudad quede cerrada. A los controles en Ruta 2 (El Sosiego), Ruta 226 (Peaje El Dorado), Ruta 88 (ingreso a Batan), Ruta 11 Norte (Peaje de Marchiquita), Ruta 11 Sur (Arroyo Las Brusquitas) y camino viejo a Miramar (Cementerio Parque) que fueron los elegidos en un primer momento por el municipio, se le agregó uno más en el cruce de la Interbalnearia y la ruta 2, en donde "cazaron" a muchos que pensaban ingresar a Mar del Plata.
A raíz de endurecer los controles con mayor energía, es que se pueden notar largas filas de autos, camiones y motos que deben esperar un tiempo importante. "Las quejas de las personas llegan. Lo sabemos. Pero ese es el camino", aseguraron fuentes de la comuna.
A partir de esa decisión, tomada en ese encuentro mano a mano entre Montenegro e Iriart, es donde Mar del Plata y Batán buscarán comenzar a recuperar su ritmo habitual de producción con responsabilidad y de forma gradual.