Piquete de choripaneros en el COM: "Llevamos 45 días sin respuesta"
Los trabajadores de los puestos de venta de choripán de Mar del Plata, también se encuentran afectados por la cuarentena obligatoria, la cual los ha perjudicado, debiendo recurrir a un pedido de ayuda por parte del gobierno municipal, del cual no han obtenido mayores respuestas, según manifestó Adolfo Domínguez, referente del sector, en el marco de la manifestación que llevaron adelante en las puertas del Centro de Operaciones y Monitoreo (COM), donde funciona el despacho del intendente Guillermo Montenegro.
"Somos conscientes de lo que en el país está pasando, pero mas allá de eso, el problema lo tenemos cuando uno tiene que ir a su casa y tiene mujer y tiene hijos y no tiene para darles de comer", afirmó Domínguez.
"A raíz de esto, lo que ocurre es que prometen una bolsita de comida con cinco o seis elementos, como un paquete de fideos, uno de polenta, uno de arroz, un paté, un kilo de azúcar y un kilo de leche en polvo, para 10 días y eso es una vergüenza, porque eso es comida para dos días", remarcó.
"Por este motivo estamos en un estado desesperante, no tenemos para darle de comer a nuestras familias. Otra de las cosas que nos han prometido, son las tarjetas alimentarias, pero lamentablemente llevamos 45 días sin respuesta de nada y estamos pasando hambre a un punto desesperante. No nos dejan trabajar y la verdad es que ya no sabemos que hacer", se lamentó el referente de los trabajadores del sector.
"Nuestra actividad esta totalmente prohibida, por lo que no tenemos recursos y estamos atados de pies y manos. Ya no sabemos que hacer con todo esto, nuestro estado es desesperante", aseguró.
En referencia a si han tenido respuestas desde el municipio a sus reclamos, Domínguez sostuvo que "la respuesta que dan es siempre lo mismo. Nos dicen que a nosotros nos tendría que haber llegado mercadería, que nunca nos llegó. Solo hemos recibido dos o tres bolsitas en 45 días. Así es imposible vivir".
Finalmente con respecto a la continuidad del reclamo "no tenemos otra que continuar acá, porque si vamos a casa nos sigue prometiendo mercadería y no las cumplen. Las promesas tienen que ser ahora, porque yo tengo que ir a mi casa y tengo que llevar comida. Mi familia con promesas no come", concluyó Adolfo Domínguez.