Reactivación de la obra privada en Mar del Plata: "No queremos que se enferme ningún trabajador"
La obra privada volvió a la actividad este lunes tras los permisos otorgados por la Municipalidad. Según detallaron desde la UOCRA, alrededor de 250 obras se reactivaron, todas cumpliendo un estricto control de seguridad e higiene en el marco de la pandemia del coronavirus.
“Estamos muy orgullosos porque se está cumpliendo la normativa por la pandemia al pie de la letra. Si esto sale bien vamos a seguir trabajando, si sale mal se para la industria. Compañeros y empresa tienen que respetar esto a rajatabla. No puede haber un infectado por no cuidarse y no queremos que se enferme ningún compañero. Nos vamos a cuidar en el traslado a la obra que es fundamental y respetar el código de seguridad”, señaló César Trujillo, titular de la UOCRA, en diálogo con El Marplatense.
En este sentido, explicó que intentarán evitar el transporte público, ya sea alquilando combis para las obras más alejadas de la ciudad y otros que puedan ir a trabajar por sus propios medios.
En cuanto a los protocolos de las empresas, Néstor Machado, responsable en seguridad e higiene de IMASA, explicó que se han tomado todos los recaudos, tanto en el preingreso como durante las horas que dure la jornada laboral.
“Marcando todas las veredas con marcas a 1,5m y se controla el acceso. Cuando ingresan aquí, se lavan las manos, desinfectan, hay una instrucción para que el personal la vea, y el lavado dura entre 40 segundos y un minuto. Paralelo se les hace un cuestionario sobre si estuvieron en contacto con personas que estuvieron en el extranjero, se les pregunta sobre síntomas, se les hace un control de temperatura y olfato (le preguntan a qué siente olor). Se deja registro y se permite el ingreso a la obra. Se le entrega una máscara facial, ellos ya vienen con su tapaboca”, explicó.
Asimismo, el trabajo de los capataces y jefes de obra se convierte en esencial para evitar la superposición de gremios y tareas. “Teniendo los controles se blinda la obra, persona que entra no vuelve a salir. Hay que acostumbrar a traer su vianda, sin mate, se desinfectan los lugares cerrados periódicamente. Estas obras permiten ampliar otros sectores para comer. En cada obra se desarrolla una estrategia distinta”, concluyó.