Se multiplican las protestas por el asesinato de George Floyd
Las protestas por el asesinato de George Floyd, que incluyen saqueos, manifestaciones masivas y disturbios, se han extendido no sólo en diferentes localidades de Estados Unidos, sino también en ciudades alrededor del mundo.
En las últimas horas en los Estados Unidos, los estados de emergencia o el toque de queda se han puesto en vigor en al menos 25 ciudades entre ellas Atlanta, Los Ángeles, Chicago, Colombus, Denver, Filadelfia, Miami, Minneapolis, Louisville y Seattle.
Este sábado, miles de personas salieron otra vez a las calles de más de 20 ciudades de todo el país para protestar por la muerte bajo custodia de la policía de Minneapolis de George Floyd, un afroestadounidense de 46 años el pasado lunes.
Las protestas, que se suceden por quinto día consecutivo, se desataron luego de que se difundiera un video en que se ve al hombre con dificultades para respirar en el piso, mientras un policía blanco le presiona el cuello con la rodilla.
El jueves, durante la tercera noche de manifestaciones, se incendió una comisaría de policía en Minneapolis y varios comercios han sido quemados, saqueados y destrozados en los últimos días, lo que desencadenó la activación de las tropas de la Guardia Nacional del estado.
Como consecuencia de la indignación colectiva y en reclamo a terminar con el racismo que aún en el 2020 se carga vidas, se desataron graves incidentes y enfrentamientos con la policía durante manifestaciones en Atlanta, Nueva York, Washington, Los Ángeles y Denver, entre otras.
Mientras que en Minneapolis declararon el toque de queda para todo el fin de semana, en Atlanta las protestas se tornaron violentas frente a la sede de la CNN.
Por su parte, en Dallas, los oficiales lanzaron gases lacrimógenos después de que un grupo de personas les arrojara piedras.
Asimismo, y en sintonía con el pedido de que se regulen las fuerzas del Estado, es decir la policía, y en denuncia de los abusos de poder que la misma comete, los saqueos llegaron hasta San Pablo, Brasil, donde también rige un gobierno democrático, pero autoritario, que ha tenido varios desacuerdos con el ala progresista y la juventud del país.