La estafa de los afiladores: el "malentendido" como cuento del tío
En cualquier barrio es posible ver a los afiladores recorrer las calles en sus bicicletas modificadas para llevar a cabo su trabajo, mientras ofrecen su servicio casa por casa, en edificios y comercios. Y aún cuando no es posible divisarlos, se puede reconocer que están cerca al hacer sonar la aguda flauta, que funciona como "llamador" de clientes.
No obstante, en el último tiempo, la inconfundible melodía avisa una posibilidad de estafa en la actitud de algunos afiladores en Mar del Plata, Rosario, La Plata o Mendoza.
Un lector de El Marplatense, comerciante de la zona céntrica que no quiso dar a conocer la identidad por temor a una represalia, relató que radicó una denuncia contra un afilador.
Según comentó respecto al encuentro, el cuchillo fue entregado para ser afilado y al consultar el precio, el sujeto le dijo "cinco". El comerciante dio por hecho que serían $500. No obstante, cuando el afilador retornó, se realizó la entrega de los 500 pesos, pero el hombre inició una discusión refiriendo que eran $5 mil.
Ante la negativa del comerciante se violentó, lo amenazó con el propio cuchillo afilado. El damnificado no tuvo otra opción que pagarle lo exigido.
El testimonio tiene como objetivo advertir cómo este tipo de estafas continúa vigente en Mar del Plata y son cientos los que caen con ingenuidad ante la actitud de los supuestos afiladores.
De acuerdo a hechos similares en distintas ciudades del país, denunciados por redes sociales, estos sujetos apelan a confundir, a supuestos "malentendidos" para desconcertar a sus víctimas. La misma historia se repite desde Mar del Plata hasta Rosario, ocurriendo también en La Plata y Mendoza. El nuevo cuento tío de los afiladores se vuelve a instalar.