De la variante Ómicron del nuevo coronavirus, al igual que de todo lo relacionado con la pandemia, los especialistas y la población en general aprenden y conocen a medida que el virus avanza y se acumula evidencia científica.
Así, a poco más de un mes de surgida en Sudáfrica, de algunos estudios preliminares y la observación de pacientes pudo saberse que es mucho más transmisible que Delta (alrededor de cinco veces más) y en personas vacunadas con al menos dos dosis muy a menudo desarrollar una enfermedad leve, con síntomas similares a los de la gripe y de corta duración.
Ahora, se detecto que la incubación, es decir, el período de tiempo entre la infección y el desarrollo de los síntomas, también puede reducirse en comparación con las variantes anteriores y sería de tres días frente a lo que se sabía hasta el momento del coronavirus, cuya incubación puede variar entre dos y 11 días, hasta un máximo de 14 días.
Y si bien el período infeccioso (es decir, cuando una persona infectada puede contagiar a otras) puede comenzar uno o dos días antes de que aparezcan los síntomas, es probable que las personas sean más contagiosas durante el período sintomático. En pacientes asintomáticos, se calculan las 48 horas anteriores al hisopado positivo.