De Noruega a Mar del Plata por amor y de acá al mundo por vocación

Por Bárbara Benitez 

Ingrid Vissebråten conocida en las redes sociales como Ingrid Viin es noruega, kinesióloga, osteópata, tiene 37 años, yogui e influencer. Tiene rulos, una gran sonrisa y unos ojos que hipnotizan. Con su voz gruesa, pero repleta de dulzura remarca que “Argentina es caótica y nunca me puedo aburrir”, aún menos en una ciudad como Mar del Plata, que con su paisaje urbanístico y mezclado con naturaleza hace que los días sean soñados.

Ingrid llegó a Mar del Plata por su pareja, un argentino que surfeaba en las costas de Brasil y encontró el amor en una noruega que viajaba por el mundo para entenderlo un poco más y decidir su futuro: “Llegué a Argentina por medio de mi marido que es marplatense, lo conocí surfeando en Brasil. Al finalizar la escuela y antes de ingresar a Medicina, mi padre me dijo que era mejor que primero realizara un viaje largo a algún lado donde pueda ir visitando y pensar que era lo que realmente quería hacer, si era lo que me gustaba. Ellos me empujaron a viajar, quería ir a África, pero me dijeron que no y fui directamente a Brasil en 2005”.

Los planes de la famosa kinesióloga no eran los actuales, pero todo cambió al conocerlo, “quedamos en contacto, en mis planes no estaba venir aquí y en el momento pensé que sería positivo ir a conocer Buenos Aires. Viajé me quedé, volví a Noruega de vacaciones. Recién en 2008 me mudé definitivo, ya que seguí viajando”, Respecto al idioma comentó que “español aprendí aquí, se hablar francés y eso me ayudó”.

ESQUÍ, YOGA Y ARGENTINA

Íngrid es y fue una persona “curiosa” esa es su propia definición por excelencia: “Practico yoga desde muy pequeña. Llegué al yoga porque cuando era niña fui deportista, me dedicaba al esquí y tuve problemas de ansiedad antes de competir de forma semiprofesional. Mis entrenadores me dijeron que tenía que comenzar a controlar esto que me pasaba para poder seguir practicando este deporte, primero fue la meditación y como necesitaba mover el cuerpo encontré el tema de controlar la respiración y meditar a través del movimiento y no de estar tanto sentada. Cuando tenía 17 años tuve un accidente bastante grande y ahí dejé”.

Entre su curiosidad, el yoga, sus viajes, el cambio de país y con esto de cultura, la ahora influencer, cuenta que encontró “la carrera de casualidad. Mientras viajaba estudiaba yoga y dando clases me di cuenta que tenía muchas preguntas. No me gusta que no me den una respuesta. Estudie parte en Mar del Plata y en Buenos Aires. Luego llegué a yoga terapia y conocí la osteopatía y me interesó mucho”.

Respecto a su adaptación a Argentina comentó que “Argentina es muy distinta a mi país, a es caótica y Noruega es rutina, son los dos opuestos. Aquí no me puedo aburrir, todo el tiempo hay algo nuevo, siempre hay alguien que quiera hablar o invitarte a comer y en Noruega para poder reunirte todo es muy estructurado, no tenemos lugar para ser espontáneos es una falta de respeto. La espontaneidad puede surgir en las vacaciones, pero no cuando estas viviendo tu rutina y tu vida. Me encanta de Argentina que, aunque puede ser muy estresante, es al mismo tiempo divertida”.

SER INFLUENCER EN EL MUNDO DE LA SALUD

La pandemia trajo cambios en la vida de toda la población e Ingrid no fue la excepción, por este motivo optó las redes sociales como una vía de ayuda para sus pacientes que luego mutó a una nueva forma de enseñar y ayudar a todos, como lo hace en su consultorio. “Las redes sociales siempre me gustaron para utilizarlas en algo positivo y cuando empezó la pandemia, que no podíamos trabajar, tenía muchísimos pacientes que me necesitaban, entonces comencé a enviarles videos personalizados a cada uno, era mucho trabajo. Y ahí me di cuenta que podía subir a las redes sociales”.

“También entendí que era una plataforma que se prestaba para enseñar, siempre siendo divertida y sin estructuras. Crecí mediante Tik Tok, fue muy rápido, pero con el tiempo me di cuenta que lo mío necesitaba más tiempo y explicación, allí regresé a Instagram. Lo que intento enseñar a todos es que la única manera de encontrar salud y una buena vida, tanto mental como física, es el movimiento. El movimiento es lo que nos mantiene sanos”, agregó con su acento tan particular, que la lleva a ser única.

Cuando hablamos de salud, imagen de profesionales vinculada a ésta Ingird explicó que “es muy complejo ser influencer en el mundo de la salud, porque nosotros tenemos que ser tomados de forma muy seria. El profesional de la salud tiene que tener como una mascarilla, para mantener la calma y el paciente de sienta a gusto. En las redes sociales me gusta utilizar el humor, es una línea muy delgada. Los temas que trato son muy pesados, el dolor es muy cansador intento que todo eso sea un poco más liviano, la mayoría lo comprende”.

“Para realizar el contenido, siempre veo mucho el pedido del público y mucho también es a través del estudio. Sucede que viene un paciente y me dice ´me está pasando tal cosa´ y allí comienzo ver dónde puedo buscar y estudiar, siempre aparecen nuevas cosas y me inspiro”, finalizó la noruega que llegó a Mar del Plata por amor y se conoce en el mundo por su profesión.