Advertencia al gobierno del Foro del Hábitat de General Pueyrredon
Bajo el título "para evitar más inequidades sociales y daños ambientales" en el marco de una "Planificación urbana para una ciudad más justa", el Foro del Hábitat de General Pueyrredon abordó diferentes problemáticas que desde la historia misma de la ciudad se fueron forjando y exigió a los gobernantes políticas públicas urbanas integrales.
Este Foro, integrado por el Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires distrito 9; la Defensoría del Pueblo de General Pueyrredon y la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la UNMDP y que está abierto a convocar a otros actores de la cuestión urbana como ONGs, Facultades, Colegios profesionales, entidades culturales, viene marcando posiciones sobre el desarrollo de ciudad.
En el comunicado oficial detallaron parte de la historia sobre cómo creció Mar del Plata. "Nació de un loteo encargado por un empresario privado, Patricio Peralta Ramos, al agrimensor Carlos Chaperouge, quien trazó una trama ortogonal negando la geografía y adoptando una orientación errónea", remarcaron.
"Si bien al menos en el diseño original se previeron 7 plazas, la génesis de nuestra matriz urbana estuvo signada por un negocio de explotación inmobiliaria, ante la caída de la actividad saladeril pre existente", dijeron.
"Hoy, a casi 150 años, aquel loteo se siguió reproduciendo impulsado por la iniciativa privada especulativa o la división espontánea, redundando en una extensión indeterminada que genera todo tipo de perjuicios ambientales y sociales, y ni siquiera reserva espacio para uso y dominio público como al menos tuvo en cuenta la trama fundacional", sostuvieron, desde el Colegio de Arquitectos quienes enviaron el material a esta redacción.
Como saldo de la reunión del Foro, manifestaron que "el crecimiento en nuestras ciudades tiende a una dispersión indefinida, fragmentada y de baja densidad. Este dato, más allá de todos los conflictos inherentes a la convivencia de los asentamientos poblacionales con la producción agrícola del periurbano o la disposición de residuos, no es sostenible desde ningún punto de vista".
"Ecológicamente -agregaron-se cae en un modelo de loteos espontáneos o urbanizaciones cerradas, en ambos casos consumidores de enormes proporciones de territorio aportando tanto a la insustentabilidad ecológica como a la social, ya que genera enormes inequidades por todos conocidas. Económicamente esta expansión produce costos muy altos en el abastecimiento de servicios por parte del Estado, el cual a su vez, tiene dificultades en recuperar una ración de las plusvalías urbanas obtenidas por los agentes privados".
Para el Foro, "gran fracción de la periferia urbana de nuestro Partido y el de tantas otras localidades de la Provincia presentan un crecimiento suburbano con baja densidad poblacional y desprovisto de todo tipo de servicios asimilables a un desarrollo urbano sustentable. Espacio público de calidad, transporte, iluminación, redes de servicios, seguridad y acceso a equipamientos educativos, de salud, culturales y recreativos son las carencias que se repiten en todas nuestras periferias".
“Desde el Foro del Hábitat contamos con estudios de campo efectuados por la Facultad de Arquitectura Urbanismo y Diseño de la Universidad Nacional de Mar del Plata que dan cuenta de este modo de crecimiento insustentable, con datos concretos sobre nuestro territorio”, subrayan.
Asimismo sostienen que “esta historia fundacional de nuestra ciudad y su desarrollo posterior no nos han condicionado eternamente. El Estado, a nivel local, debe intervenir inmediatamente a través de sus herramientas de planificación urbana, para morigerar estas diferencias sociales y contener la dispersión urbana indefinida”.
“Para esto debemos como sociedad involucrarnos y exigir a nuestros gobernantes un proceso de organización participativo, situado y abierto, además de políticas públicas urbanas integrales que abarquen la diversidad de asentamientos humanos, que no disocien economía de ambiente o la cuestión de la vivienda de la cuestión de la ciudad, para revertir un proceso que, si no cambia, generará cada vez más inequidades sociales y daños ambientales”, apuntan.