El verano que “La Hiena” Barrios desató una tragedia en Mar del Plata y huyó
El 24 de enero de 2010 el boxeador Rodrigo “La Hiena” Barrios provocó un choque múltiple en cadena en el que murió Yamila González, una joven de 20 años que estaba embarazada de seis meses cuando ocurrió el accidente. Trece años después del hecho, Barrios está preso, pero no por ese homicidio.
“Yo lo que tuve fue un accidente en el que murió Yamila González, pero yo no maté a esa chica directamente, no soy un asesino”, dijo Barrios entonces, tras lo cual denunció una supuesta operación mediática en su contra. Aun así, la Justicia lo encontró culpable.
El caso fue paradigmático. Sirvió para que se subiera la pena mínima de un homicidio culposo de dos a tres años de cárcel, pero además, el veredicto de Casación contra el boxeador sentó el primer precedente de aplicación de una pena de cumplimiento efectivo para un incidente de estas características.
A 13 años de aquel momento, Graciela Morales, la mamá de la joven atropellada por “La Hiena”, evita hablar del tema porque el dolor sigue a flor de piel como el primer día. A través de su abogado, Fabián Rodríguez, la mujer hizo saber a TN: “La pena cumplida (por Barrios) es cada vez más chica en comparación a nuestro sufrimiento”. El boxeador volvió a subirse al ring cuatro veces más después de este hecho, pero la familia de Yamila nunca más será la misma.
El accidente de “La Hiena” Barrios
El día que la mataron Yamila estaba con su familia de vacaciones en Mar del Plata. Ella, su pareja, su mamá, su hermana y su novio, esperaban para cruzar en la esquina de Independencia y Ayacucho cuando entró en escena a máxima velocidad la camioneta BMW X5 de “La Hiena”. De un segundo para el otro se desencadenó la tragedia.
El boxeador chocó a un Fiat 147 que estaba detenido también en esa esquina frente a la luz roja del semáforo, que a su vez salió despedido y arrastró a la víctima por la violencia del impacto.
El tiempo para la familia de la joven embarazada se detuvo en ese preciso instante, con ella ensangrentada en el piso, pero la secuencia todavía no había terminado. Porque el 147 siguió con el envión hasta chocar con otro vehículo, que se encontraba estacionado junto al cordón, y este último golpeó a otro coche que se subió a la vereda y atropelló a dos mujeres, aunque ambas sufrieron solo heridas leves. Pero Barrios no se quedó para ver el final de la escena, sino que se escapó.
Una ventana de siete horas y la duda razonable
Pasaron siete horas entre el accidente y el momento en el que Barrios atravesó la puerta de una comisaría para entregarse. “Me fui porque quise evitar el escándalo, mis rivales quieren ver al campeón muerto”, explicó después ante la María Teresa Martínez Ruiz, sobre los motivos por los que se dio a la fuga en lugar de quedarse a tratar de auxiliar a la víctima.
La maniobra, no obstante, no evitó el impacto del caso en la sociedad. En cambio, abrió la sospecha para muchos, entre ellos la familia de Yamila González, de que el boxeador usó esas siete horas que estuvo desaparecido para eliminar de su cuerpo restos de alcohol o drogas que pudieran complicar todavía más su situación.
Las condenas por el accidente de “La Hiena” Barrios
La primera condena contra Barrios la dictó el 4 de abril de 2012 el Tribunal Oral en lo Criminal Nº3 de Mar del Plata y fue a cuatro años de prisión por “homicidio culposo y lesiones culposas”, con ocho años de inhabilitación para conducir.
El boxeador fue trasladado a la Unidad Penal Nº15 de Batán y, antes que se resolviera una posible derivación a Campana, pagó una fianza de 200 mil pesos y recuperó la libertad. Solo había pasado 22 días tras las rejas.
Dos años después, la Sala I del Tribunal de Casación Penal de la Provincia de Buenos Aires redujo la pena a tres años y siete meses de prisión, pero ratificó que debía ser de “efectivo cumplimiento”, de modo que “La Hiena” fue trasladado primero al complejo penitenciario de Lisandro Olmos y a la Unidad Nº29 de Junín después, donde permaneció alojado hasta que le concedieron la “libertad asistida” el 9 de febrero de 2017.
“Pasaron 13 años, pero Graciela (la mamá de la víctima) todavía se quiebra cuando le hablan de lo que sucedió con su hija”, apuntó a este medio su abogado, Rodríguez. Y agregó: “A ella el dolor la acompañará el resto de su vida”.
Resiliencia
Graciela Morales no fue ajena estos días al juicio que tiene en vilo a todo el país. Al respecto, su abogado expresó: “El caso Báez Sosa le remueve muchas cosas, que a ella sus otros hijos y nietos la ayudan a seguir viviendo, pero se pone en el lugar de la madre de Fernando y se pregunta a qué se va a aferrar ella después de la sentencia”.
Después de ver los videos que se ventilaron en el debate y escuchar el relato de los testigos, completó: “Fue muy brutal cómo lo asesinaron, se solidariza con los padres y cree que no hay condena que alcance para un caso así”.
Fuente: TN
