Arranca el segundo juicio a los acusados de violar y asesinar a Lucía Pérez en Mar del Plata
El segundo juicio a los dos acusados de violar y asesinar a la adolescente Lucía Pérez en Mar del Plata en octubre de 2016 comenzará este martes, y se extenderá por al menos dos semanas, con la declaración de casi 50 testigos, informaron fuentes judiciales.
El nuevo debate oral se desarrollará desde las 9 ante el Tribunal Oral en los Criminal 2 (TOC 2) marplatense, y los imputados, Matías Farías (29) y Juan Pablo Offidani (47), no estarán presentes, ya que seguirán cada audiencia de manera remota desde sus lugares de detención.
Offidani y Farías están acusados por el delito de “abuso sexual con acceso carnal, agravado por el suministro de estupefacientes seguido de muerte en concurso ideal con femicidio”.
Ambos enfrentarán este nuevo juicio, luego de que la Suprema Corte de Justicia bonaerense confirmara una resolución del Tribunal de Casación Penal provincial, que anuló la absolución por los delitos de abuso sexual y femicidio dictada en 2018 en un primer debate oral ante el TOC 1.
El juicio se desarrollará ante un nuevo tribunal, integrado por los jueces Gustavo Fissore, Alexis Simaz y Roberto Falcone, con la acusación a cargo del fiscal Leandro Arévalo, titular de la Unidad Funcional de Instrucción 7.
Las abogadas Verónica Heredia y María Florencia Piermarini intervendrán como particular damnificado, en representación de los padres de Lucía (16), Marta Montero y Guillermo Pérez, y de su hermano, Matías.
La defensa particular de Offidani estará a cargo de César Sivo y Romina Merino, y Farías será asistido por la defensora oficial Laura Solari.
Las audiencias se desarrollarán en la sede del TOC 2, en el sexto piso de los tribunales locales, y está previsto que el juicio se extienda por al menos dos semanas, con fecha estimada de sentencia el 1 de marzo, según indicaron fuentes judiciales.
Si bien inicialmente estaba prevista la declaración de más de 80 testigos, el número fue reducido finalmente a 49, según se estableció en una audiencia preliminar realizada días atrás.
En la primera jornada, las partes plantearán sus lineamientos y está prevista la declaración testimonial de los padres de la víctima.
Por pedido de las defensas, no estarán presentes en la sala ninguno de los dos acusados, quienes seguirán el juicio de manera remota: Farías, desde la Unidad Penal de Florencia Varela, y Offidani, desde la Alcaidía Penitenciaria de Batán.
El desarrollo del juicio será seguido además desde otra sala ubicada en el segundo piso de los tribunales, donde estarán presentes allegados de los imputados y de la víctima, y representantes de 11 organizaciones y entidades que intervienen como Amicus Curiae en el caso.
La apertura y el cierre serán transmitidas además a través de YouTube, como ocurrió en el debate oral por el crimen de Fernando Báez Sosa, desarrollada en la ciudad de Dolores.
Por cuestiones de seguridad, se dispuso además que las inmediaciones de los tribunales locales sean valladas, pese al pedido de los familiares de la víctima para que dejaran acercarse al edificio a agrupaciones que anunciaron que se movilizarán para exigir la condena de los imputados.
De cara a este nuevo juicio, la madre de Lucía pidió que se dicte un fallo condenatorio “como corresponde” y que la joven “pueda descansar en paz”, y aseguró que es “lo menos que se tiene que lograr”.
“Es sufriente nuevamente comenzar de nuevo todo, por eso lo menos que tenemos que lograr es que se haga justicia por Lucía, que ella tenga su justicia y que estas personas queden detenidos como corresponde y que no hagan más daño a nadie. Esa es nuestra expectativa y creo que es lo normal de cualquier familia que pide justicia por su ser querido”, señaló.
Durante el primer juicio, realizado en noviembre de 2018, Farías y Offidani fueron condenados a ocho años de prisión por los jueces Facundo Gómez Urso, Pablo Viñas y Aldo Carnevale, pero solo por la venta de drogas en la puerta de la escuela a la que asistía Lucía.
Ambos fueron absueltos sin embargo por las acusaciones de abuso sexual seguido de muerte y femicidio, pero la sala IV del Tribunal de Casación bonaerense revocó ambas absoluciones en agosto de 2020, dispuso la “nulidad” del primer juicio y ordenó la realización de uno nuevo.
Esa resolución fue confirmada un año más tarde por la Corte provincial, pese a los recursos presentados por las defensas de los imputados.
En el primer juicio había sido absuelto además un tercer acusado en la causa, Alejandro Maciel, quien falleció en julio de 2020.
Offidani y Farías se encuentran detenidos por la pena impuesta por tenencia y venta de drogas cerca de la escuela de Lucía, y cumplen además prisión preventiva por la acusación de cara a este nuevo juicio.
El defensor de Offidani cuestionó la realización de un segundo debate, y expresó “suma preocupación”, porque aseguró que “lo instalado en las diversas campañas que se han venido realizando desde hace ya bastante tiempo no se corresponde con lo que existe en la causa. ni con lo que las pruebas muestran”.
“Estamos ante un segundo juicio en donde ya hubo una absolución por ausencia de delito, en donde un tribunal superior anuló el fallo, de hecho este juicio se nutre con la misma evidencia del anterior, no por deficiencias en el análisis de la prueba, sino por el modo de redactar el mismo”, dijo Sivo.
La muerte de Lucía ocurrió en la mañana del 8 de octubre de 2016, y de acuerdo a la hipótesis del Ministerio Público Fiscal, la adolescente había conocido a los dos acusados un día antes, cuando ellos se acercaron a través de una amiga de la Escuela Media 3 de Mar del Plata para venderle un cigarrillo de marihuana.
Al día siguiente, Farías citó a la chica en su domicilio de la calle Racedo al 4800, en la zona sur de la ciudad, donde habría sido drogada y abusada hasta la muerte.
Tras el primer proceso, los jueces Gómez Urso y Viñas fueron acusados de “negligencia, incumplimiento de los deberes de cargo y parcialidad manifiesta” por la Comisión Bicameral de Procedimiento para el Enjuiciamiento de Magistrados de Buenos Aires.
Carnevale, por su parte, renunció a su cargo para jubilarse y así evitó ser sometido a un jury de enjuiciamiento.