Bajmut, el nuevo frente de guerra que obsesiona a Vladimir Putin
Antes de la invasión rusa, era una ciudad de 73.000 habitantes a orillas del río Bajmutka, en el este de Ucrania. Convivían ucranianos y separatistas prorrusos bajo una tensión constante. Hoy Bajmut es un amasijo de edificios, calles destruidas, muerte y desolación. Hasta allí se ha trasladado el nuevo frente de guerra.
Tomar Bajmut se ha convertido en una obsesión para Vladimir Putin. Los mercenarios del Grupo Wagner, el ala paramiliitar de Moscú que se alimenta de unos 40.000 presos rusos reclutados a cambio de su libertad futura, mantienen rodeada a la ciudad.
La batalla no comenzó ahora. Lleva más de siete meses y es la más larga de la guerra. El gobierno ucraniano admite que la situación es extremadamente difícil, pero está dispuesto a defender la ciudad a un costo incalculable. La pregunta surge inevitable: ¿por qué esta localidad pequeña se ha convertido en fundamental para ambos bandos?
La respuesta es difícil de dimensionar.
Bajmut resiste: las claves de una batalla sangrienta en el este de Ucrania
Bajmut está ubicada en la región separatista de Donetsk, una de las zonas anexadas por Moscú en el este del país, tras una serie de referéndums no reconocidos por Kiev y las potencias de la OTAN.
Al principio de la guerra, su lejana geografía no llamó la atención más allá de su zona de influencia. La guerra se centraba en Kiev y en el sur del país, a orillas del Mar Negro. Pero a mediados del año pasado las tropas rusas empezaron a horadar las defensas de la ciudad.
Hoy, después de siete meses de combates, Bajmut es una ciudad fantasma. La mayoría de su población escapó con lo puesto. El puñado de miles de personas que decidieron quedarse sobrevive refugiada en sótanos con escasa agua y comida. Viven un infierno.
El analista Oleg Ignatov, especialista en temas rusos de la organización Crisis Group, dijo que “Bajmut es parte de una gran área fortificada del ejército ucraniano en Dombás”, como se conoce a la región que reúne a los territorios separatistas de Donetsk y Lugansk.
El ejército ruso está tratando de apoderarse de este bastión y derrotar a las principales fuerzas ucranianas aquí”, señaló.
Las causas de esta ofensiva interminable, con severas pérdidas para ambos bandos, tiene que ver con la geografía del lugar.
Putin necesita tomar la ciudad. “Después de Bajmut, el ejército ruso se trasladaría a Kromatorsk y Slavyansk, los dos asentamientos más grandes bajo el control del ejército ucraniano en la región de Donetsk, pero primero deben capturar Bajmut para hacerlo”, afirmó Ignatov.
A Moscú le urge apoderarse de todo el Dombás para poder negociar eventualmente desde una posición de dominio de la situación en el terreno.
Para Kiev, perder Bajmut sería un golpe durísimo. Por ello, anunció el envío de un nuevo grupo de miles de voluntarios, mientras urge por más ayuda militar a sus socios de la OTAN.