El peligroso juego de las evasivas y el disimulo

El predio de disposición final de residuos tiene un modulo que -denuncian- está a punto de colapsar. El factor ambientan en el ojo de la escena.

Por Redacción

martes 28 de marzo, 2023

Si las definiciones electorales interesan a la política, cada vez más lejos de la gente, la falta de gestión de las autoridades estatales directamente perjudica al ciudadano que asiste impávido a la procrastinación de problemas que requieren de urgente respuesta por parte de los funcionarios.

Así, por caso, en la última sesión de la comisión de hacienda del Concejo Deliberante municipal se decidió reiterar el pedido de informes ya cursado al responsable del Emsur, Sebastián D’Andrea, respecto de las obras necesarias para poder continuar disponiendo residuos en el relleno sanitario que asiste a la ciudad y que se encontraría en virtual estado de colapso por la persistencia de una contratación precaria dada ‘en directa’ -sin licitación- a favor de un grupo de empresas (Ashira, Ciageser y Esur) vinculadas al municipio.

La reiteración del pedido de informes ahora decidida es consecuencia de la vaguedad en la respuesta dada por el Emsur al primer requerimiento que se le efectuara, y consecuencia a su vez de la férrea negativa del bloque oficialista al pedido de comparecencia del propio D’Andrea para que diera las explicaciones del caso, postulado a comienzos de año por la oposición a partir de la alarmante falta de gestión del Emsur ante el desastre ambiental en ciernes.

Es que ahora la orden del Ejecutivo, especulan concejales opositores, "sería esconder a D’Andrea a partir del papelón incurrido con la cuestionada licitación para la operación del predio y, con mayor determinación, las anteriores presentaciones muy poco lucidas del funcionario ante la misma comisión de hacienda", confiesan fuentes consultadas del deliberativo. El mismo D´andrea es quien se mostró balbuceante ante las acusaciones de direccionamiento y pedido de renuncia que le hiciera su presidente el concejal libertario Alejandro Carrancio.

Es que a estas alturas hay quienes en los pasillos del Palacio comunal se preguntan, a partir de tales conductas evasivas, "¿qué esconde el Emsur, y por qué el oficialismo evita exponer a quien debe cumplir funciones que comprometen no sólo la hacienda municipal sino además, lo que resulta aún más grave, la preservación del medio ambiente?".

Cabe recordar que, como lo hizo notar la oposición, el propio D’Andrea manifestó que la colmatación del predio se produciría en el primer semestre de este año.

Ya prácticamente parados en el mes de abril fuentes consultadas indican que "es imposible llegar con esas obras a tiempo, no sólo por el lapso que demanda el proceso licitatorio que es de rito legal realizar, sino porque a las naturales inclemencias del tiempo debe sumarse la necesidad de adquirir insumos importados de difícil pronóstico en cuanto a plazos de entrega y precios crecientes en moneda extranjera".

Lo cierto y real es que el Emsur, inicialmente alentado por una licitación que habría intentado amañar en favor de empresas que carecen de experticia en la operación -conforme lo sostuvo la justicia administrativa marplatense-, esperaba a partir de la consolidación de ese conglomerado de empresas vinculadas avanzar con las obras insólitamente postergadas, siempre en favor de las mismas firmas recolectoras.

El ‘direccionamiento’ entonces denunciado desbarató los planes del Emsur, "y desnudó la total falta de previsión del organismo que pone en crisis inminente el estado sanitario del complejo ambiental de General Pueyrredon", comentó una alta fuente de los sectores ambientales.

La respuesta ahora sería nuevamente la ‘victimización’, especulan concejales opositores, sobreactuando una medida que la Justicia en modo alguno dispuso -la cautelar jamás suspendió el proceso de selección de empresas- "postergando así sin plazo cierto tanto la licitación para la operación como la realización de las obras que son urgentes", comentan distintas voces allegadas al Ente.

Así el organismo encargado de la gestión ambiental municipal continúa contratando la operación en forma precaria, ‘en directa’ -sin licitación-, a partir de una emergencia auto generada, construyendo de tal suerte una experiencia artificial de la que carecen la empresas recolectoras que manejan actualmente el predio-Ashira, Ciageser y Esur-.

Para mayor escarnio del municipio, los valores que hoy paga el Emsur por la operación del predio, según reconocimientos de costos publicados, estarían "en valores aproximados a los que pagaba el municipio al Ceamse" -confiesan fuentes de la economía local-, empresa número uno en el país en materia de disposición final de residuos.

En ese escenario las definiciones electorales del oficialismo municipal, donde el PRO deshoja la margarita de la reelección mientras el radicalismo espera recoger los pétalos de una improbable deserción, se convierten en un irrelevante entretenimiento del ocio señorial de la política de cara a las urgentes respuestas que necesita la sociedad, cada vez más cansada de los costosos caprichos de un Estado ausente, y muy lejos del irresponsable juego de las evasivas y el disimulo de sus funcionarios.

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