En tiempos donde Juntos por el Cambio y el Frente de Todos debaten a cielo abierto sobre sus candidaturas, el PRO tiene su propia puja puertas adentro. Cerraron una primera etapa de definiciones, con dos precandidatos presidenciales, luego de una virtual mesa de 4 opciones. Con la baja de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal, la puja quedó entre el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta y la exministra de Seguridad de la Nación y hasta hace semanas presidenta del partido, Patricia Bullrich.
El caso es que esa disputa nacional tiene implicancias directas en el territorio. Y una de las provincias más disputadas no podía ser otra que Buenos Aires. Allí se nuclea casi el 40% del padrón electoral del país, pero además, el PRO gobierna en 22 municipios. Y sí hacia“arriba”, entre dirigentes provinciales y nacionales no hay acuerdo, en las intendencias se corre el riesgo de que una competencia desmedida ponga en riesgo la continuidad en la gestión.
En las últimas horas, el partido amarillo dio un primer paso con la definición de Bullrich por Néstor Grindetti, que será su candidato a gobernador. El intendente de Lanús le ganó la pulseada a su par de Capitán Sarmiento, Javier Iguacel, y al senador provincial Joaquín de la Torre. Más lejos en la consideración estaba el diputado nacional Cristian Ritondo, que venía de la candidatura trunca de Vidal. Y Larreta respalda a Diego Santilli.