¿Quién no ha mirado su cocina y pensado que necesita una limpieza profunda? No importa cuánto esmero pongamos en mantenerla reluciente, con el uso diario y el paso del tiempo, siempre hay rincones que acumulan grasa y suciedad. Pero no hay de qué preocuparse, porque en esta guía vamos a enseñarte cómo dejar tu cocina impecable, como si fuera nueva.
Limpieza de la cocina
Además de mejorar la apariencia y la higiene, una limpieza profunda de la cocina puede contribuir a prolongar la vida útil de tus electrodomésticos. Así que tomá nota de los siguientes consejos, prepará tus implementos de limpieza y manos a la obra.
Limpieza de las hornallas
Las hornallas suelen ser una de las partes más sucias de la cocina, ya que están en contacto directo con los alimentos que se cocinan y las salpicaduras de grasa. Para limpiarlas correctamente, seguí estos pasos:
- Retirá las rejillas y las tapas de las hornallas.
- Sumergilas en agua caliente con jabón desengrasante. Dejá que actúen durante al menos 30 minutos.
- Mientras tanto, limpiá las zonas alrededor de las hornallas con una esponja o paño húmedo y el mismo desengrasante. No olvides limpiar la puerta de la cocina y las zonas cercanas a las hornallas.
- Pasado el tiempo de remojo, frotá las rejillas y tapas con un cepillo de cerdas firmes o una esponja de acero para eliminar la suciedad incrustada.
- Enjuagá y secá las piezas antes de volver a colocarlas en su lugar.
Limpieza del horno
El horno es otro de los grandes desafíos en la limpieza de la cocina. Para dejarlo impecable, seguí estos consejos:
- Si es posible, sacá la puerta del horno para facilitar la limpieza.
- Retirá las bandejas y las rejillas. Lavalas con agua caliente, jabón y un cepillo o esponja de acero.
- Para limpiar la puerta del horno, aplicá un limpiador específico y dejá actuar el tiempo recomendado por el fabricante.
- Mientras tanto, limpiá el interior del horno con el mismo producto, asegurándote de cubrir todas las superficies.
- Pasado el tiempo de acción, retirá el producto con una esponja húmeda y enjuagá bien con agua limpia.

Limpieza del exterior
Es importante no olvidarse del exterior de la cocina, ya que también acumula suciedad y puede afectar la apariencia general. Para limpiarlo, seguí estos pasos:
- Mezclá agua tibia con un poco de jabón neutro en un recipiente.
- Embebé un paño suave en la solución y pasalo por todas las superficies externas de la cocina, incluyendo la puerta, los laterales, el frente y los controles.
- Prestá especial atención a las manijas y los botones, ya que son puntos de contacto frecuente y pueden acumular más grasa y suciedad.
- No olvides limpiar la campana extractora y el filtro, si tu cocina cuenta con uno.
- Una vez que hayas pasado el paño húmedo, secá las superficies con un paño seco y limpio para evitar marcas de agua.
Limpieza de los cajones y armarios
No podemos hablar de limpieza profunda de la cocina sin mencionar los cajones y armarios, que suelen ser el hogar de migas, polvo y otros residuos.
- Vaciá todos los cajones y alacenas, retirando los objetos almacenados.
- Aspirá el interior para eliminar polvo y migas.
- Limpiá las superficies internas con un paño humedecido en una solución de agua y jabón neutro.
- Si las manchas o suciedad persisten, podés utilizar un cepillo de cerdas suaves para frotar suavemente.
- No olvides limpiar también las puertas y los tiradores de la mesada y los cajones.
- Una vez que las superficies estén limpias y secas, volvé a colocar los objetos en su lugar, asegurándote de limpiarlos si es necesario.
Limpieza del piso
Por último, pero no menos importante, el piso de la cocina debe ser limpiado para completar la tarea.
- Barré o aspirá el piso para eliminar polvo, migas y otros residuos.
- Luego, utilizá una mopa o trapo húmedo con una solución de agua y un limpiador adecuado para el tipo de piso de tu cocina (cerámica, porcelanato, madera, etc.).
- Asegurate de llegar a los rincones y debajo de los muebles y electrodomésticos.
- Dejá que el piso se seque por completo antes de volver a transitarlo.

Siguiendo estos consejos, vas a poder limpiar tu cocina en profundidad y disfrutar de un espacio higiénico y reluciente. No solo va a mejorar la apariencia de tu hogar, sino que también contribuís a mantener tus electrodomésticos en buen estado y prolongar su vida útil. Ahora que sabés cómo hacerlo, ¡no hay excusas para no tener una cocina impecable!