Martín Llaryora, el candidato de Juan Schiaretti, se imponía por tres puntos en Córdoba
El peronismo cordobés está a punto de hacerlo de nuevo. Si se confirma la tendencia que había a la madrugada, retendrá la gobernación de Córdoba y prolongará por 4 años su supremacía en la provincia. Martín Llaryora está cerca de lograr el triunfo frente a Luis Juez y de convertirse en el nuevo gobernador. Una falla en el escrutinio le impidió festejar en las primeras horas del lunes.
Hubo demoras en las cargas de algunas escuelas por problemas de conexión y eso generó que el conteo de votos tenga que ser en forma manual. El 85% de las mesas se escrutaron a un ritmo parejo pero después el conteo se frenó. Pocos minutos antes de la 1 de la mañana Juez salió a hablar y se quejó. “El partido no está terminado”, aseguró. Sin embargo, dejó entrever que la derrota es inevitable.
En cambio Llaryora se autoproclamó ganador en base a los datos de las mesas testigos de Hacemos unidos por Córdoba. “Tenemos 50.000 votos de diferencia. Todo el mundo tiene las actas y sabe que la tendencia es irreversible. Dentro de pocas horas vamos haber ganado la gobernación de la provincia”, explicó pasadas las 2 de la mañana.
Si se confirma la diferencia que hay con el 95% de la mesas escrutadas, el actual intendente de Córdoba capital será el representante la séptima etapa de gestión del espacio político que fundaron José Manuel de la Sota y Juan Schiaretti. Durante la madrugada la diferencia se mantuvo en menos del 3% de los votos.