A una semana de que se conozca el fallo contra Franco Altamiranda, Sergio Urbistondo y Claudio “Pirulo” Altamiranda (será el próximo viernes 8), acusados por el crimen de Gabriel Aramayo, Patricia, una de las hermanas de la víctima, se mostró conforme con lo actuado por la Justicia pero reconoció que “por más condena que les den a los culpables mi hermano no va a volver”.
En declaraciones al programa UPM, por Radio Mitre Mar del Plata, Patricia consideró como “un logro” toda la información reunida por el fiscal Leandro Arévalo y la abogada Daniela Gutiérrez, más allá de “no haber reunido todas las pruebas que podríamos haber conseguido”, pero “avanzamos muchísimo”.
Se recuerda que el fiscal pidió 17 años de prisión Altamiranda y Urbistondo, y 8 años y medio para Altamiranda, por considerarlo partícipe necesario del crimen. Y más allá de la pena que se alcance, Patricia aseguró que “dentro de lo que considero, justicia para nosotros no es”.
“Por más condena que les den a los culpables mi hermano no va a volver. Entonces también de esa forma es injusto. Porque la condena más grande se la llevó mi hermano. No se va a tapar todo lo que ocurrió”, remarcó una de las hermanas de la víctima.
Aramayo trabajaba en un café de avenida Luro y Catamarca. El 9 de junio de 2020, cuando volvía en moto a su casa de Vértiz y Brumana, fue abordado por un grupo de personas armadas con palos en Polonia y Hernandarias. Eran entre 5 y 6 personas que lo obligaron a detener la marcha y comenzaron a golpearlo.
Por la golpiza recibida, Aramayo fue derivado al Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA), donde permaneció internado hasta su muerte, el 14 del mismo mes.
Patricia contó que en un primer momento la familia no se enteró de que Gabriel había sido internado, y recién fueron convocados por el médico, que le exigió a la pareja de la víctima para que les avise. “No sé cuándo nos íbamos a enterar, cuando mi hermano falleciera”, dijo la mujer a la vez que consideró: “No tuvo la atención que tenía que tener durante las primeras horas”.
Para la hermana, a pesar de que la Justicia haya dicho que se trató de un asalto “al voleo”, su hermano fue “entregado” por alguien. “Pero estamos con fuerza y esperando la sentencia”, manifestó.
Patricia contó que la moto en la que se movilizaba su hermano se la había comprado ella. Es que por un problema de salud que tenía no podía estar mucho tiempo parado y la idea era que no sume, a las horas de trabajo, más horas de pie esperando el colectivo. Fue un gesto de afecto para el “más chico” de los hermanos (eran tres hermanas y Gabriel), a quien Patricia recuerda como “muy amiguero, muy sociable y muy divertido. Siempre te decía que tenías que seguir, fue muy compañero con nosotras”.
Ahora la familia aguarda por lo que suceda el próximo viernes, cuando los jueces Gustavo Fissore, Alfredo Deleonardis y Juan Galarreta del Tribunal Oral en lo Criminal Nº 4, dicten la sentencia.
