Este fin de semana se desarrollará en el Autódromo “Oscar y Juan Gálvez” de la Ciudad de Buenos Aires el campeonato 2023 del Desafío ECO YPF, en el que chicos de escuelas de todo el país compiten con autos construidos por ellos mismos. Mar del Plata será de la partida con alumnos de la Técnica N°3 y del Instituto Pablo Tavelli, quienes representarán a la ciudad con un objetivo: mostrar los resultados del trabajo en equipo.
Mariano Sasso del Tavelli y Luis González de la Técnica 3 son los docentes encargados de coordinar los equipos para esta competencia que comenzará el viernes y se extenderá hasta el domingo. “La idea es que los chicos armen un grupo, ese grupo arme un auto y ese auto compita”, contó González, quien destacó que durante todo el proceso los profesores no pueden tocar el auto; todo lo tienen que hacer los alumnos.
Los chicos trabajaron durante varios meses para el armado del auto y contaron con la habilitación de la Municipalidad para que puedan probar el vehículo en la parte de atrás del Estadio Minella. Se trata de un auto que alcanza los 52 kilómetros por hora y que está preparado para una carrera de larga duración, de una hora y media de recorrido, donde hay que regular el uso de la batería y armar bien la estrategia para que el cambio de piloto no genere un retraso.
Los marplatenses participan de esta competencia desde 2014 y han obtenido buenos resultados. “Este es el tercer auto que armamos. Siempre tratamos de que nos vaya un poquito mejor. Por ahora venimos bien, que es armar grupos de gente y de amigos, que esos grupos armen un proyecto como un auto eléctrico y que participen de todas las pruebas, ya que no se trata sólo de la carrera”, contó González.
Del armado del auto para el Desafío ECO YPF participan alumnos de quinto años, sexto y séptimo: “Nosotros lo que hacemos es seleccionar, pero como esto está monitoreado todo por el ACA y la FIA, tenés un reglamento que cumplir. Entonces vas seleccionando y, de acuerdo a eso, vas armando el equipo. Luego ellos van interactuando y viendo si el equipo funciona o no. Y de acuerdo a eso se va armando la escudería”.
Por su parte, Sasso contó que el armado del auto es “todo un proceso”, y uno bastante colaborativo: “Arrancamos con un auto y ese auto se va modificando. Este año vamos a correr con el primero que se armó, al que se le hicieron varios ajustes. El que quedó el año pasado corrió y se le hicieron ajustes y modificaciones sobre el primero, que era mucho más básico”.
En ese sentido, González acotó: “El auto que estamos haciendo ahora, va a ser el auto que va a correr el año que viene. Lo armó un grupo, pero lo va a correr otro. Esa es la idea. Todo lo hacen ellos; los orientamos, les decimos cómo, pero todo lo hacen estos muchachos que en el futuro van a ser los profesionales”.
Sasso reforzó la idea de lo grupal: “El mayor desafío es lo grupal. Aparecen los interesados, hacés una selección, pensás en hacer una continuidad y después el desafío es trabajar en equipo. Va en cuestión a las personalidades de cada uno, que se van formando. En la escuela tomamos la propuesta porque se trabaja todo lo desarrollamos a lo largo del año. Y hablamos de lo técnico, pero también de lo humano”.
JÓVENES FIERREROS
Marcos, de la Técnica 3, es uno de los pilotos, quien llegó a ese puesto por cubrir cuestiones como la estatura, el peso y la experiencia: junto a su familia compró un karting y compitió en esa categoría. “El auto está espectacular. Gracias a mis compañeros de equipo, que lo están dejando a punto”, confió sobre el vehículo que presentarán este fin de semana.
El piloto resaltó lo hecho por el equipo ya “si no tengo el auto armado, yo de mi lugar no me muevo. Y se destacaron, es sorprendente”. A la vez que consideró positivamente que a pesar de la carga de tareas que tienen, se logró un buen trabajo: “Estamos todo el día en el colegio, tenemos que saber aprovechar las horas de aula, con las de taller, más estar en el auto. Es una carga, pero es un gran trabajo el que están haciendo”.
Tomás es otro de los pilotos, en su caso representando al Tavelli. Al igual que Marcos, pudo ocupar ese rol por el peso y la estatura: “Soy el más bajito y me gustan los fierros”. Y confió que mantener su estado físico no le repercute en su rutina diaria.
En el grupo hay otro Tomás, que oficia como jefe de equipo. El alumno del Tavelli explicó que su tarea es “estar en la construcción del auto, definir detalles, hilar fino en todo lo que se pueda, comunicándome con los pilotos. Tratando de corregir todo lo que a ellos les molesta y creamos que podemos corregir”.
Tomás, el jefe de equipo, resaltó que lo principal es “el compañerismo” y destacó que alumnos de otros años participan para aportar su experiencia: “Es un proyecto hermoso”, consideró con expectativa respecto de lo que pasará este fin de semana en el Autódromo “Gálvez”.