El pescado es un alimento que no puede faltar en una alimentación saludable. Aportan numerosos beneficios entre los que se destacan ácido fólico, zinc, hierro, magnesio y algunas variedades son también una importante fuente de Omega 3, ácidos grasos beneficiosos para la salud cardiovascular.
A continuación, algunas ideas para prepararlo en casa:
Rollitos con ricota
Ingredientes:
- 4 filetes de pescado fresco sin espinas.
- 1 cucharada de perejil picado.
- 8 cucharadas de ricota.
- 1 cucharada de aceite.
Preparación
- Mezclar la ricota con el perejil.
- Estirar los filetes de pescado y cubrir cada bife con una cucharada generosa de la pasta de ricota.
- Enrollar cada filete y cerrar con un palito de dientes. Untar una asadera con aceite y colocar los rollitos. Cocinar en horno moderado, precalentado, hasta que la pulpa de pescado esté bien blanca.
Milanesa
Ingredientes:
- 4 filetes medianos de pescado sin espinas.
- 2 huevos batidos.
- 1 taza de pan rallado.
- ½ taza de salvado de avena.
- 2 cucharadas de aceite.
Preparación
- Limpiar los filetes de pescado.
- Pasar los filetes por pan rallado, luego por huevo batido y luego por una mezcla de pan rallado y salvado de avena en partes iguales (½ taza de pan rallado y ½ taza de avena).
- Acondicionar en asadera previamente aceitada y cocinar en horno moderado o fuerte hasta que estén doradas.
- Darlas vuelta y dorar nuevamente. Retirar del horno y servir.
Croquetas
Ingredientes:
- 1 taza de pescado cocido desmenuzado.
- 1 ½ tazas de puré de papas.
- ½ taza de pan rallado.
- ½ taza de salvado de avena.
- 1 huevo.
- 1 cucharada de aceite.
- 1 cucharadita de jugo de limón.
- 1 cucharada de perejil picado.
- Pizca de nuez moscada.
Preparación:
- Mezclar el pescado, el puré de papas, el huevo, el jugo de limón y el perejil.
- Formar bolitas. Pasarlas por huevo y luego por una mezcla de pan rallado y salvado de avena.
- Colocarlas en asadera previamente aceitada.
- Cocinarlas en horno moderado hasta que se doren, darlas vuelta y retirarlas del horno.
Cómo conservarlo fresco
Guardar en un recipiente hermético para que no se reseque y no se le escapen los jugos que puedan contaminar otros alimentos.
En caso de que se consuma a la brevedad puede dejarse en la heladera sino el lugar indicado es el congelador.
En el congelador:
El pescado blanco puede estar entre seis y ocho meses.
El pescado azul se mantiene en perfecto estado entre dos y tres meses.