A 103 años de la primera vacunación contra la tuberculosis
La licenciada en Salud y ex directora del Municipio, Patricia Fortina con respecto a la conmemoración de la primera aplicación de la vacuna en 1921.
En el marco de la conmemoración de la primera vacunación contra la tuberculosis, la licenciada en Salud y ex directora del Municipio en esa área, Patricia Fortina dialogó con El Marplatense y expresó cómo fueron los inicios de la vacuna que erradicó una enfermedad devastadora para la sociedad.
Este hecho tan memorable sucedió el 18 de julio de 1921 en el Hospital de la Charité en París. Fue aplicada por vía oral al bebé de una madre fallecida por tuberculosis poco después del parto y quienes se la suministraron fueron los pediatras Benjamin Weill-Hallé y Raymond Turpin, del equipo de A. Calmette en el Instituto Pasteur.
Se trata de una enfermedad infecciosa causada por Mycobacterium tuberculosis, una bacteria que casi siempre afecta a los pulmones y se transmite a través del aire. Si bien los síntomas son tos, dolor torácico, debilidad, pérdida de peso, fiebre y sudores nocturnos, en las personas sanas, los síntomas no suelen aparecer ya que el sistema inmunitario actúa para bloquear la bacteria.
"Una vacuna es una solución que se aplica con el fin de generar inmunidad contra determinadas enfermedades. Se pone mediante diferentes vías, puede ser oral, subcutánea, intra muscular, intra dérmica y son las formas más efectivas de prevenir complicaciones", explicó Fortina.
"Gracias a ellas, se logró controlar algunas enfermedades y erradicar la viruela. Fueron 200 años de vacunación a lo largo del mundo con diferentes estrategias. La era de las vacunas comienza en 1796 con la primera inoculación de manera controlada. Luego fui Luis Pasteur quien desarrolló la segunda generación contra la rabia y el cólera", sumó.
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"Las vacunas son una herramienta fundamental en la prevención y control de enfermedades. Son seguras, eficaces y producen bienestar por estimular al sistema inmunitario brindando protección, aumentando la supervivencia y disminuyendo los riesgos de discapacidad. Se consideran el mayor avance bio médico en términos de mejora de la salud tanto individual como colectiva", aclaró.
"Fue durante el mes de julio de 1921 que un bebé recibió la primera dosis de vacunas contra la tuberculosis. Fueron Albert Calmette y Camille Guérin quienes la desarrollaron y por eso se llama BCG (Bacilo de Calmette-Guérin). Unos años antes, se descubrió la bacteria como agente etiológico, es decir, el que produce la tuberculosis y la aplicación en ese momento de la que hoy conocemos como tuberculina", aclaró Fortina.
"Hoy la aplicación de la BCG es intradérmica, se aplica una sola dosis durante la primera semana de vida o cuando el bebé supera los dos kilos. Esta vacuna fue sufriendo diferentes cambios en su aplicación y en la estrategia de prevención a lo largo de todos estos años. Previene la forma grave de tuberculosis o la forma neurológica", dijo.
"Se trata de la que todos conocemos, que puede producir un nodulito en la piel de bebé, que luego se abre, drena y que dura aproximadamente entre 40 y 60 días, dejando una marca en el tejido, pero eso no interfiere en la inmunidad. No tiene nada que ver tener o no la marca en la piel", indicó la profesional.
"Hoy estamos hablando de la vacuna porque durante el mes de julio de hace 103 años atrás, que se produjo su primera aplicación. Tanto en ésta como las otras, tenemos que tener en cuenta que el descubrimiento de los antibióticos y el agua potable, son avances científicos que nos protegen de enfermedades y prosperan el bienestar", concluyó.
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