Abuso de menores: "Somos el juguete de los violadores y ellos están totalmente impunes"
La mujer de 35 años, que a comienzos de este año denunció ante la Justicia que su padre, tío y abuelo, habían abusado de ella en reiteradas oportunidades, entre los 3 y 11 años, protestó una vez más frente a los Tribunales de Mar del Plata para reclamar que no cierren la causa.
María Tobio que en la oportunidad anterior pegó en las rejas del predio tribunalicio fotos de diferentes dibujos realizados por niños y niñas en los que demostraban que han sido víctimas de abusos sexuales, y había manifestado que quería ver "si estos dibujos los hace recapacitar y no cierran mi causa", en esta oportunidad, este martes 13 de julio, llevó juguetes y sostuvo que "los niños y las niñas deben jugar con juguetes y no ser los juguetes. Nosotros somos el juguete de los violadores y ellos están totalmente impunes".
"Una vez más nos encontramos afuera de Tribunales realizando un reclamo, una protesta con la intención de visibilizar la mirada y el dolor que tenemos las víctimas", manifestó Tobio en declaraciones a El Marplatense.
"El abuso sexual en la infancia es uno de los temas que menos se trata y es uno de los más aberrantes que hay en el mundo. Se debe poner en agenda el abuso sexual en la infancia y queremos que lógicamente se respete la Ley de Víctimas", aseveró.
"A mí como víctima me costó muchísimo romper el silencio. Fui abusada sexualmente por mi progenitor, quien era policía. Debía protegerme y cuidarme y en lugar de eso me compartió con su hermano y con su padre, quienes eran mi tío y mi abuelo paterno", relató Tobio.
"A raíz de eso a las tres semanas se me desestima la causa por prescripción de la acción penal, cuando en realidad es un delito que no prescribe. Mas allá de eso por más que se entienda o no la prescripción, se debe seguir con el curso de la causa como hace el Juez Gabriel Vitale de Lomas de Zamora, quien está siguiendo un juicio por la verdad", destacó.
Al ser consultada sobre como fue su experiencia luego de realizar la denuncia, Tobio sostuvo que "primero fue romper el silencio con mi hija, que fue a la primera persona a quien yo le conté de mi vínculo y lo que a mí me había pasado y por qué no tenía que ir a lo de su abuelo, teniendo en cuenta de que no entendía porque la había alejado de él".
"Recordemos que yo hice la denuncia porque él la incitaba y la hostigaba para ir a la casa. Por esta razón se sintió invadida y me contó que ella estaba hablando con el abuelo, que solo le dijo 'hola' y él le empezó a mandar un montón de mensajes en donde le decía que él pasaba todos los días por mi casa, que sabía todo lo que hacía y que se enteraba de todo", afirmó.
"Cuando rompo las cadenas del silencio, le cuento primero a mi hija y luego les conté a mi mamá y a mis hermanos. Fue un derrumbe familiar, por el cual ahora estamos todos bajo tratamiento psicológico y a raíz de eso me acerco a la instancia judicial, la cual hasta el día de hoy no ha tenido mucho éxito que digamos", lamentó Tobio.
"Más allá de eso me sentí totalmente observada al principio, pero siempre muy acompañada por la gente , amigos, allegados, familiares y demás. Eso ha sido muy importante porque sino no se como hubiera hecho para poder seguir acá en el día de hoy", aseguró.
"Sin dudas hay que seguir impulsando para las infancias de hoy y las de ayer. Es uno de los delitos más aberrantes y los violadores siguen totalmente libres e impunes", remarcó María.
En referencia a como ha sido vivir tantos años en silencio, Tobio manifestó que "yo sabía que el silencio era mi única salvación y era lo único que yo tenía de seguridad. Cuando yo rompo el silencio me encuentro en una gran tormenta en la que yo no tengo medidas de protección. Recién hoy tengo el botón antipánico, porque me costó muchísimo poder acceder al mismo".
"De todas maneras ha sido un alivio, hoy puedo hablar del tema, hoy lo puedo contar una y otra vez. Antes no podía hablar y al momento de hacer la denuncia me temblaba la mano y me bajó la presión. Asique imagínense lo que me costó aceptar que uno no es el culpable, que uno no tiene culpa por no haber hablado antes, que uno siempre será cuestionado, rompa o no el silencio", afirmó.
"Hay que hablar, no hay que callarse, hay que mirar a los niños. Si los niños se encuentran aislados, están muy callados, lloran mucho o muestran algún signo de abuso, por favor acudan urgente a un psicólogo. Conmigo no lo hicieron, no pudieron ver esas señales lamentablemente", indicó Tobio.
"Los niños y niñas deben jugar con juguetes y no ser los juguetes. Nosotros somos el juguete de los violadores y ellos están totalmente impunes y al saber que son impunes seguirán reproduciéndose violadores y no risas", subrayó.
"Necesitamos que se reproduzcan risas, ser libres, necesitamos estar tranquilos, necesitamos justicia. Más allá que por costumbre tenemos una justicia bastante clasista y machista, se que hay buenos juristas y se que ellos mismos van a responder a estas causas y habrá un cambio", concluyó María Tobio.