Alcanzaron un acuerdo en Misiones y los policías levantaron la protesta tras días de tensión
El anuncio estuvo a cargo del vocero de los agentes de seguridad, Ramón Amarilla. Así, el Gobierno provincial puso fin a más de 10 días de tensión en Posadas.
Luego de días de tensión en Misiones, el Gobierno provincial y la Policía alcanzaron un acuerdo salarial, por lo que se levantó la protesta que se instaló en la sede del Comando Radioeléctrico en Posadas. Las partes se reunieron a última hora del martes en la Jefatura de Policía. Y acordaron las condiciones para terminar con la protesta que comenzó hace 12 días.
El acuerdo incluyó una mejora salarial, una amnistía que deja de lado sanciones administrativas a los agentes activos que participaron de la movida y el reconocimiento de una Mesa de diálogo con facultad de paritaria entre representantes de la fuerza y el Gobierno.
En los haberes habrá una mejora para mayo y otra a partir del mes de junio. “No fue lo que se pretendía. Pero entendemos que es una pauta para poder reanudar y, de manera escalonada, ir mejorando”, consignó Ramón Amarilla, uno de los voceros de los manifestantes, al término del cónclave durante la madrugada. El reclamo comenzó con el planteo de llevar el ingreso de un agente a $ 830 mil, equivalente a una canasta familiar.
La próxima reunión entre el Gobierno misionero y la representación policial se concretará entre el 8 y el 15 de junio. El incremento pactado suma $ 15.521,27 en el básico. A primera hora de la mañana, el Jefe de Policía, Sandro Martínez, especificó que un agente pasará a cobrar un inicial de $620 mil. “La Policía de Misiones será una de las mejor remuneradas del país”, subrayó.
Quedarán sin efecto las sanciones con pases a disponibilidad, traslados y sumarios al personal activo que participó en la protesta. Fuentes oficiales dejaron trascender que se trató de “una conciliación en la que ganan tanto el gobierno, que siempre bregó por la paz, como la fuerza policial”.
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Dentro de los policías acuartelados, se encontraban también agentes retirados que exigían también un incremento en sus haberes. Por esto mismo, el Ejecutivo misionero resolvió que el aumento otorgado a los policías en ejercicio alcanzará a los oficiales que ya no brindan servicio en el mismo mes y cualquier diferencia se abonará como suplementaria en junio.
“Esto que firmamos marca un antes y un después”, expresó Amarilla al referirse al acuerdo como “histórico”. En representación del gobierno de Misiones, participaron del encuentro el coordinador de Gabinete, Héctor Llera; el ministro de Hacienda, Adolfo Safrán; el jefe de Policía, Sandro Martínez; y la alcaide general, Alicia Mereles.
Amarilla fue quien comunicó a las 11.20 del martes que habían sido llamados a una reunión en la sede policial. Se trataba de “una muy buena propuesta”, anticipó. El anuncio provocó una reacción de alegría entre los presentes. Amarilla pidió calma y dejar de lado el exitismo.
En el encuentro, que comenzó a eso de las 23.30, participaron los delegados de toda la fuerza, además de los voceros. El anuncio del entendimiento se concretó en la madrugada del miércoles.
Durante la tarde, ambas partes habían impulsado un acercamiento. Pero los esfuerzos naufragaron. Se habló de fallas en los vínculos y de “teléfono descompuesto” para explicar la caída de un entendimiento que se veía al alcance de la mano.
Si este acuerdo fue posible es gracias a la labor silenciosa y paciente del comisario Mario Gentile, negociador de la Policía y único lazo entre Gobierno y policías que se mantuvo firme aún en las peores circunstancias.
Un conflicto de 12 días
Todo comenzó durante la madrugada del viernes 17 de mayo, cuando cerca de 100 policías se atrincheraron en el cuartel, quemaron gomas en las inmediaciones y encendieron las sirenas despertando a los vecinos. Con el correr de las horas y los días, la tensión escaló.
En un primer momento, fueron cacerolazos y piquetes, pero luego la medida de protesta tomó más fuerza y sumó más adhesión, ya que los docentes y personal sanitario se sumaron a los reclamos, con cortes de rutas y manifestaciones. De hecho, los trabajadores de la salud tomaron la sede del Ministerio.
Una vez que inició el conflicto, el Gobierno nacional conformó un comité de crisis para poder hacer frente a esta situación, mientras que la Provincia advirtió severas sanciones sobre los policías que formaban parte de la medida de fuerza. En ese sentido, el ministro de Gobierno de Misiones, Marcelo Pérez, aseguró que “la sublevación es inadmisible”, por lo que había indicado que los agentes que participaron de las protestas serían pasados a disponibilidad o dados de baja del servicio. Sin embargo, tras varios convenios fallidos, ambas partes acordaron que se daría marcha atrás con las medidas disciplinarias ordenadas.
Uno de los últimos episodios de tensión se vivió durante la madrugada del lunes, cuando cuatro de los patrulleros retenidos por los policías que protestan contra el Gobierno misionero salieron en caravana, con las sirenas y las luces encendidas. Su objetivo era tomar la Jefatura de Policía de Misiones.
En un video que los propios manifestantes hicieron circular, se ve la marcha de los vehículos por encima del mandapeatón (un tramo de calle convertido en vereda) que está frente a la Casa de Gobierno de Misiones, localizada a unos 7 minutos en auto del Comando Radioeléctrico, base de la protesta.
En ese trayecto, se escucha claramente una detonación. Los manifestantes dijeron al regresar al acampe que fue un cohete de los que habitualmente arrojan. Fuentes del Gobierno aseguran que se trató de un disparo que intentó amedrentar a las autoridades. Amarilla tuvo que intervenir para convencer al grupo que salió anoche desde el acampe hasta el centro de no intentar un ingreso violento a la Jefatura.
Fuente: Infobae.
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