Antes de tiempo: la problemática de los bebés que pesan un kilo y medio
Por Stephanie Barrientos
El Hospital Materno Infantil siempre está lleno de gente. Sus doctoras dicen que eso es así porque allí se atienden a distintos casos de toda la región sanitaria VIII, que abarca desde General Lavalle, a Maipú, Pinamar, Villa Gesell, Ayacucho, Tandil, Balcarce, Mar Chiquita, y otros. En toda la región funcionan alrededor de 190 centros de salud, pero el Materno tiene la unidad de neonatología de mayor complejidad.
“Eso no es sólo por los aparatos, sino también por el personal”, aclara la directora asociada y tocoginecóloga Karina Conde. Está acompañada por la doctora Miriam Sosa, jefa de cuidados intermedios neonatales, y ambas se sientan a los lados de la mesa de la biblioteca. Resaltan entre los muebles de madera oscura por los colores de sus ropas, que varían entre un tono pastel violáceo y un rosa fuerte con patrones de pandas y hojas verdes. Es un detalle, pero de alguna forma ese diseño logra amenizar un poco los colores blancos y pálidos del hospital.
Dentro del edificio, se apilan familias con chicos chiquitos y carritos de bebés. Algunos están en los brazos de sus padres, otros recorren las instalaciones a upa de enfermeros y doctores. Una de ellos se acerca a la ventana y le señala el patio interno a un nene, le muestra algo entre los árboles y el cemento, le juega, lo mece en sus brazos y le habla en susurros. Luego se aleja, como de rutina. Se pierde en los pasillos, como un número más.
Números
Es la doctora Sosa la que me cuenta las estadísticas. En estos últimos seis meses, hubo un total de 2.470 nacimientos, de los cuales 1.280 fueron por cesárea y 1.170 por parto natural. De esos, ingresaron al área de neonatología un total de 540 bebés, alrededor del 30%. Un 8,3% de esa cifra registró un peso menor a un kilo y medio.
Son 45 bebés, de los cuales un 19% requerirá cuidados permanentes y desarrollará algún tipo de secuela, generalmente problemas pulmonares. Son 45 bebés que pesan menos que dos paquetes de harina, menos que dos paquetes de azúcar, menos que la mitad del peso normal de un recién nacido saludable. Son 45 bebés que podrían ser 20, podrían ser 15, podrían ser menos si tan solo se tuvieran los cuidados y controles necesarios durante los primeros meses de embarazo.
Son 45 bebés, pero podrían ser ninguno.
Causas y problemáticas urgentes
Las causas detrás de la prematuridad pueden variar. Los extremos de edad, es decir, menores de 15 años y mayores de 35, antecedentes de haber tenido otros bebés con pesos más bajos a lo normal, hipertensión, diabetes, malformaciones uterinas e infecciones urinarias son algunas de ellas. Las drogas, el tabaquismo y otras adicciones también contribuyen y, de acuerdo a las profesionales, son cada vez más comunes.
“Las adicciones son causantes de partos prematuros, de problemas intrauterinos y tienen consecuencias post parto, ya sea por el síndrome de abstinencia o por otras secuelas transmitidas”, explica la doctora Conde. Por eso, se realizan cada vez más controles de tóxicos en la orina de la madre y se indaga para, desde un equipo integral, asistir a aquellas que se encuentren en situaciones de riesgo.
Otra problemática importante, y que va en aumento, es la transmisión del sífilis de la madre hacia el bebé. “Está a la cabeza, tanto en la provincia como en Argentina y en el mundo”, aseguran. Las principales causas serían la promiscuidad, la falta de consciencia y de cuidados. Las adicciones también juegan un papel fundamental como factor de riesgo.
Cuando esto ocurre, la enfermedad se denomina sífilis congénita y, en ocasiones, puede causar problemas tales como aborto espontáneo, nacimiento prematuro, retraso del crecimiento fetal y bajo peso al nacer. Después del nacimiento, puede ocasionar muerte neonatal, problemas en el bazo y el hígado y hasta Meningitis.
Los bebés que nacen con esta condición reciben tratamiento en el área de neonatología y, en general, tienen una buena sobrevida, alrededor del 80%. Permanecen internados, en el mejor de los casos, al menos diez días. El seguimiento será hasta los 7 años.
Plan de seguimiento
Gran parte de los bebés que ingresen en neonatología deberán ser controlados de forma integral hasta los 7 años de edad. El Materno Infantil tiene un consultorio especial que funciona de lunes a viernes.
Por la complejidad que conlleva el seguimiento del prematuro, se hace dentro del edificio y no en salitas barriales ni en centros de salud más chicos. Este tipo de control es interdisciplinario y conlleva desde controles con neonatólogos hasta oftalmólogos y terapeutas ocupacionales. Desde el hospital agendan los distintos turnos el mismo día, para que las familias no deban ir y venir con sus hijos.
Si el bebé tuvo una recuperación rápida y sus afecciones no eran tan graves, es posible que el seguimiento se termine antes, pero generalmente se sigue, cada quince días o una vez por mes. "Es importante que los papás comprendan que la salida de neonatología no conlleva que el bebé ya está, que ya está todo bien; el seguimiento es hasta el séptimo año de vida porque allí es donde cierran las consecuencias de haber nacido prematuro", explica la doctora Conde.
Entre las consecuencias más graves, se encuentran los problemas a nivel respiratorio. La doctora Sosa comenta que éstos son bebés que estuvieron mucho tiempo con oxígeno y que deben seguir con asistencia incluso cuando estén en sus hogares. Por eso, se hace la instalación domiciliaria, tanto de profesionales como de maquinaria. "No es fácil, porque todo depende de cómo sea la casa de la familia, pero una cosa es cierta y, si el bebé no se puede quedar en el hospital, entonces tenemos que llevar al hospital a él", asegura.
De una forma u otra, todo termina en el hospital.
Terminar
Cómo terminar con la problemática de los nacimientos prematuros ha sido, y sigue siendo, materia de investigación de doctores y profesionales. Las respuestas definitivas todavía no han llegado, pero, como dicen y resaltan las neonatologas "todo es una suma de factores".
En el Materno Infantil existen programas de capacitación de enfermeros exclusivamente en el área de neonatología y también de formación de médicos por medio de residencias.
"Hay cuestiones que se pueden prevenir si se realizan controles de embarazo antes de las 13 semanas, todo puede mejorar con seguimiento, cuidados y tratamientos", dice la doctora Conde, con convicción. "Todo eso minimiza los riegos", repite.
"El control y la consciencia de la mamá hacen que estos números disminuyan,el primer control debe ser lo antes posible porque se puede hacer una diferencia", concluye, y ambas profesionales coinciden.
Terminar depende de todos, incluyendo a las familias con chicos chiquitos y carritos de bebé que se aplilan dentro del hospital, incluyendo a la enfermera con un bebé en brazos que se aleja por los pasillos hasta perderse.