"Arriesgar la vida para salvar a otro es impagable"
Mariela Crespi, enfermera de profesión, estuvo de los dos lados: como paciente y como elemento esencial para el cuidado. Un trabajo siempre sacrificado, vocacional y apasionado para brindar asistencia a las personas que atraviesan una enfermedad.
Este 1 de Mayo es atípico para todos, incluso para los que están exceptuados. "La verdad me ha sorprendido que esta situación llegue en el marco del Día del Trabajador, con tanto trabajo por la pandemia", cont{o Crespi.
"Uno se prepara para muchas cosas durante la carrera, pero jamás se me ocurrió que suceda así y también nos agarra con miedo, con muchas dificultades", dijo sobre la época estudiantil.
La enfermera padeció coronavirus y al respecto confesó que "en ese momento, lo primero que se me pasó por la cabeza fue la muerte. Lo más duro fue poner en riesgo a mis hijos".
"Tengo que agradecer esta nueva oportunidad y espero que la gente comprenda que esto no es una simple enfermedad porque se transcurre con mucha soledad", expresó en relación a su recuperación.
La enfermedad es realmente peligrosa, de alto grado de contagio. Crespi es el claro ejemplo: "Tenemos muchas medidas y protocolos que cumplir en cada día laboral. Y aún así contagié a mis hijos".
Y en el marco del Día del Trabajador, destacó que "el personal de salud tiene que sentirse orgulloso de la profesión que se tiene. Arriesgar la vida para salvar a otro es impagable. Todo el personal de salud merece un gran reconocimiento y respeto".